Hereu dice que si Barcelona no funciona España y Cataluña "tendrán problemas"

Barcelona.-  El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha asegurado que 2008 será un "punto de inflexión" para la capital catalana en lo que respecta a la mejora de las infraestructuras, y ha advertido que no se "menosprecie" a Barcelona, porque si ésta no funciona España y Cataluña "tendrán problemas".

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(EFE)

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.

Hereu, que ha ofrecido una conferencia bajo el título "Barcelona 2008: Balance de ciudad, construyendo el futuro" organizada por el colegio de Periodistas de Cataluña y en la que ha desgranado algunas de las prioridades de su gobierno para los próximos años, ha asegurado que la "ciudad funciona" a pesar de los "complicados" incidentes que se han registrado en el último año.

Ante unas 600 personas presentes en el auditorio del CCCB, entre los que se encontraba el presidente de la Generalitat, José Montilla, Hereu ha reconocido que en 2007 Barcelona vivió un año "muy intenso" con "episodios difíciles", especialmente en las infraestructuras y la movilidad ferroviaria, o por el grave apagón del pasado julio, que ha calificado de "inaceptable".

Tras proyectar un vídeo con imágenes de los hechos más destacados ocurridos el último año -donde no se ha hecho referencia a la no llegada del AVE, prevista para el pasado 21 de diciembre- Hereu ha afirmado que la ciudad ha sabido responder a estos acontecimientos "complicados", aunque ha subrayado que "estamos cansados de afrontar crisis de las que la ciudad no es causa, sino víctima".

En este sentido, ha indicado que "siempre hay incidencias, porque el riesgo cero no existe, pero no queremos que se repitan los hechos de este año y ello nos obligará a todos, públicos y privados, a gestionar mejor, y a que las empresas no se paseen como si nada hubiera pasado".

Para Hereu, la clave en este mandato serán las infraestructuras, "porque el vestido se nos ha quedado pequeño", y ha añadido que si en el 2008 la ciudad ha de dar un gran salto adelante, él será "cómplice y exigente" con los gobiernos autonómicos y estatales, "sean los que sean", para que cumplan sus compromisos.

El alcalde ha criticado un "determinado modelo de España que quiere construir una Barcelona de segunda" y ha asegurado que él tiene muy claro qué tipo de España "le conviene" a la capital catalana: uno "policentrista" sobre el que la ciudad pueda incidir.

En esta línea, ha afirmado que el "proyecto Barcelona" se encontraría con dificultades en "algunos campos" si en estos momentos se produjera un cambio de "color" del gobierno central tras las elecciones de marzo y el PP volviese a la Moncloa.

También ha defendido la creación del gobierno metropolitano y aunque ha reconocido que "no es un tema fácil", ha afirmado que del desarrollo de este ente depende también la existencia de una "Cataluña fuerte y una España plural".

"Estamos preparados para competir, no soy partidario de la autocomplacencia, pero menos del derrotismo, y la marca Barcelona tiene fuerza y prestigio", ha afirmado el alcalde.

En lo político, se ha referido a la salida de ERC del equipo municipal, lo que no ha impedido, ha dicho, que PSC y ICV conformen un gobierno "con consistencia", y ha aprovechado para recalcar que no han cerrado la puerta a nadie, en lo que se podía entender como un guiño a sus antiguos socios republicanos.

En este sentido, ha sugerido que ese entendimiento con Esquerra, permitirá que mañana se apruebe el Plan de Actuación Municipal, la "hoja de ruta" para los próximos cuatro años, y ha negado que el gobernar en minoría haya paralizado la acción municipal.