La derrota del primer ministro de Barbados en las elecciones puede ser el fin de su liderazgo

Castries.-  La derrota del gubernamental Partido Laborista de Barbados (BLP) en las recientes elecciones generales en la isla podría suponer el final del liderazgo político del primer ministro, Owen Arthur, quien aspiraba a un cuarto mandato consecutivo.

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(EFE)

El primer ministro de Barbados, Owen Arthur,durante el discurso inaugural de la XXXII Asamblea General de la OEA, en 2002. La derrota del gubernamental Partido Laborista de Barbados (BLP) en las recientes elecciones generales en la isla podría suponer el final del liderazgo político del primer ministro.

Arthur, un economista de 58 años, señaló que no pensaba comprometerse con ningún "juicio inmediato" sobre su futuro, pero que está convencido de que su partido, que lidera desde 1994, "permanece como una de las primeras instituciones políticas de la región".

Tras asumir la derrota en las elecciones generales celebradas en Barbados el martes pasado, que ganó el opositor Partido Laborista Democrático (DPL), Arthur destacó que "no ha dejado un partido en bancarrota" y que éste "puede arreglárselas sin él", ya que cuenta con líderes cualificados.

El DPL obtuvo en los comicios 20 de los 30 escaños que componen Parlamento de Barbados, una pequeña isla al este del Caribe que cuenta con apenas 281.000 habitantes,

Pese a los datos favorables que presenta la marcha del país, con una tasa de criminalidad baja y una economía pujante, los votantes apostaron por el cambio político y enviaron al BLP a la oposición.

El deseo de cambio es un "instinto humano natural y yo lo respeto", indicó Arthur, al tiempo que agradeció a los ciudadanos la la oportunidad de llegar a ser primer ministro", cargo que "deja sin rencor".

En cuanto a la situación económica en la isla, destacó que las políticas puestas en marcha por su Administración han facilitado que surjan nuevas pequeñas empresas creadoras de empleo que han añadido un valor considerable a la economía.

Arthur, que dirigió el país durante 13 años, señaló que las reservas en moneda extranjera alcanzan los 2.200 millones de dólares.

Según un estudio sobre desarrollo humano divulgado por el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, Barbados, que depende principalmente del turismo y de los negocios internacionales, figura en el puesto 31 de los 177 países que se incluyen.

Mientras que el lema de la campaña que enarboló el BLP era "Sólo lo mejor para Barbados" y exhortó a la población a mantenerse fieles al exitoso programa de su Administración, el victorioso opositor DLP apostó por la necesidad de "cambio".

La campaña electoral del DLP se basó en la idea de que era necesario transformar la "nación para encontrar las necesidades reales de la gente".

El líder del DLP y ahora primer ministro electo, David Thompson, de 49 años, subrayó que su "visión" de Barbados está centrada en la idea de que las artes, la arquitectura y la política industrial y económica "promuevan el concepto de una isla altamente productiva que nos permita cumplir con nuestras obligaciones internas y exteriores".

Thompson dejó claro que con el nuevo gobierno no habrá un cambio drástico en la política exterior de la isla.