Un programa preventivo logra el descenso de los índices de sobrepeso y obesidad infantil

Pamplona.-  Un programa piloto de prevención de la obesidad infantil realizado a 220 niñas y niños de 6 y 7 años de cuatro centros educativos de Navarra, puesto en marcha en 2006, ha logrado que bajen en cuatro puntos los índices de sobrepeso y obesidad, que han descendido del 16 al 12 por ciento.

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(EFE)

Un programa piloto de prevención de la obesidad infantil realizado a 220 niñas y niños de 6 y 7 años ha logrado que bajen en cuatro puntos los índices de sobrepeso y obesidad, que han descendido del 16 al 12 por ciento.

Estos resultados, considerados "muy positivos", han llevado al Ejecutivo foral a continuar desarrollando esta iniciativa en este curso con la incorporación de 300 niños de Primaria de cuatro centros más de la zona de Sakana (Urdiáin, Olazagutía, Alsasua y Etxarri-Aranatz).

Así lo han comunicado hoy en rueda de prensa la consejera de Asuntos Sociales, Familia, Juventud y Deporte, María Isabel García, y el consejero de Educación, Carlos Pérez-Nievas, quienes han incidido en que la obesidad infantil es un problema de salud.

La campaña surge ante la constatación de que la obesidad infantil se ha convertido en un problema de salud muy grave en los países desarrollados. En España, uno de cada tres niños de 2 a 9 años tiene un exceso de grasa corporal, cifras similares a las de Navarra.

Con este programa, según ha explicado la consejera, se pretende que los niños sean más activos físicamente y con un peso más saludable, para disminuir notablemente la prevalencia de enfermedades crónicas en la edad adulta.

Dentro del programa, que se puso en marcha en el 2006, se realizó en primer lugar una intervención "integral" para implicar a padres y madres, al profesorado, al entorno y a los propios niños potenciando la prevención y al mismo tiempo se pretendía reducir los factores de riesgo en la niñez, en edades en las que está demostrado que, por ejemplo, comienza a desarrollarse la enfermedad coronaria.

Otro objetivo era aportar información básica sobre alimentación y actividad física para los escolares en general, y en particular para los que presentaban obesidad y sobrepeso.

Para cumplir estos objetivos se llevó a cabo una campaña de sensibilización que incluía la elaboración y difusión de una guía didáctica para el profesorado, nueve sesiones prácticas para trabajar en el aula, y un cuento infantil.

Seguidamente se actuó en cuatro colegios piloto, dos públicos (San Ignacio y Ursulinas) y dos concertados (Iturrama y Lorenzo Goikoa), en los que se examinó a 220 alumnos de entre 6 y 7 años.

En un primer momento, de marzo a septiembre de 2006, se realizó un control antropométrico para medir el peso, la talla y siete pliegues grasos y se comprobó que durante esos meses el grupo aumentó el percentil del Índice de Masa Corporal (IMC) del 59,7 al 61,1; y sus valores de obesidad subieron del 6,1 por ciento en marzo al 7,4 por ciento en octubre.

Con esos datos se pasó a la intervención directa en esos centros mediante charlas con padres, madres y profesorado, trabajo en comedores y análisis de la dieta y del ejercicio.

Los resultados, según la consejera, han sido "muy positivos", ya que se observó que durante esos meses el grupo disminuyó el percentil del IMC del 61,1 al 57,8 y sus valores de sobrepeso bajaron del 8,6 en octubre al 7,4 por ciento en mayo y los valores de obesidad del 7,4 en octubre al 4,9 por ciento en mayo.

En cuanto al contenido calórico de la alimentación, el análisis de la encuesta dietética realizada al comienzo y final del período de intervención mostró una disminución de la ingesta calórica diaria que ha pasado de una media de 2.900 kilocalorías al día en octubre, a 2.650 kilocalorías en mayo.

Igualmente ha disminuido el porcentaje de grasa en la alimentación que se observa entre octubre, un 39,2 por ciento, y mayo, un 37 por ciento, y el aumento paralelo del porcentaje de hidratos de carbono, de 44,8 en octubre, al 46,3 por ciento en mayo.

Respecto al número de horas de ejercicio físico por semana, durante el período de intervención no se observó un incremento significativo, ya que los valores se mantuvieron similares en 7,4 horas a la semana en octubre, y 7,5 horas a la semana en mayo.

Junto a estas conclusiones la consejera ha destacado como "una sorpresa favorable" la implicación de los padres y la respuesta de los centros, lo que pone de manifiesto que existe una concienciación clara al respecto.