La ex congresista liberada por las FARC dice que la liberación de secuestrados es una "razón de Estado"

Pitalito (Colombia).-  Consuelo González de Perdomo, liberada después de más de seis años en poder de la guerrilla de las FARC, afirmó hoy en entrevista con Efe que la "liberación" de los secuestrados "debe ser una razón de Estado".

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(EFE)

La ex congresista colombiana Consuelo González de Perdomo, liberada por las FARC, durante una entrevista con la Agencia EFE, en Pitalito, Huila (Colombia). González dice que liberación de secuestrados es una "razón de Estado".

Se mostró convencida de que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, "muy temprano va a tomar la decisión de encontrar los mecanismos que lograrán la liberación de los secuestrados", 44 canjeables por unos 500 guerrilleros presos, según las FARC, y otros más de 700, según el Gobierno por razones extorsivas.

González habló con Efe en su casa de Pitalito, donde fue recibida ayer con una multitudinaria manifestación de sus convecinos.

La ex congresista por el departamento del Huila (sur) fue liberada el pasado 10 de enero en las selvas del Guaviare en Colombia por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que la habían secuestrado el 10 de septiembre de 2001; fue trasladada a Caracas, y el 14 de enero regresó a Bogotá, de donde este viernes viajó a su pueblo natal.

Su liberación se produjo junto a la de Clara Rojas, candidata a la vicepresidencia cuando fue secuestrada el 23 de febrero de 2002, junto a su compañera aspirante a la presidencia, la colombo-francesa Íngrid Betancourt, que aún permanece cautiva.

La suerte del resto de los secuestrados, para Consuelo González es algo por lo que está decidida a luchar con todas sus "fuerzas", pero para ello confía en que Uribe, que a su juicio "tiene una concepción política fundamentada en la lucha por el ser humano" por lo que la "vida humana se convierte en una razón de Estado, luego la liberación debe ser una razón de Estado".

Su liberación se produjo, según dijeron las FARC, como gesto hacia el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien durante tres meses actuó como gestor para encontrar un acuerdo humanitario entre la guerrilla y Uribe, acción que canceló éste último el 21 de noviembre pasado.

Esta suspensión produjo una tensión entre los Gobiernos de Caracas y Bogotá, que incluso ha ido en aumento en las últimas semanas, con intercambios verbales y diplomáticos que inducen a pensar en la dificultad de encauzar las relaciones entre ambos.

Pese a ello, Consuelo González afirmó que en los pocos momentos que departió con Chávez, éste "no nos comentó nada" de sus relaciones con Uribe", pero valoró que la "tarea de Chávez es muy importante porque su actitud humana ha permitido esta primera fase de liberación".

"Yo sé que en acciones coordinadas con Colombia, que tienen que hacerse, como en el momento de nuestra entrega, las cosas van a ser mucho más efectivas, más productivas" y "sigo convencida" de que las diferencias que existen ahora entre los dos presidentes, dijo, "no pueden afectar a las acciones que se organicen en torno al acuerdo humanitario".

Respecto a la posibilidad de volver al ejercicio de la política, González subrayó que por "ahora estoy completamente convencida" de que en torno al acuerdo humanitario "haré lo que sea, y ese es un compromiso que tienen mis hijas también. Nos vamos a sumar a cuanta acción se organice buscando la liberación de los secuestrados".

Por lo tanto, dijo, aún no ha tomado una decisión respecto a un retorno a la política porque "no quiero en ningún momento desaprovechar el tiempo", estar lejos de sus hijas Patricia y María Fernanda, de su nieta de dos años, María Juliana, y de su madre, Inés, de 91 años de edad.

En cuanto a su vida en los campamentos de las FARC, Consuelo González dijo que los secuestrados tenían "muy pocas oportunidades de hablar" con su guardianes, "tengo entendido que reciben instrucciones de que no puede ser mucha la comunicación entre los guerrilleros y los secuestrados, que vivíamos detrás de mallas, de alambres".

En otra ocasión dijo que las FARC le daban lástima y explicó hoy que todo "proceso que se organice y tenga como propósito el ser humano, defenderlo, que se haga justicia para él, no puede tener como mecanismo estrategias tan antihumanas como el secuestro".

En su opinión, "en eso la guerrilla se ha equivocado, el secuestro no puede continuar siendo un medio de lucha, que es una práctica condenable desde todo punto de vista".

Sobre su liberación, dijo que Clara Rojas y ella se habían enterado el 17 de diciembre, por una emisora de radio, pero que solo el 20 del mismo mes los guerrilleros les dijeron que salían del campamento y en media hora recogieron sus cosas e iniciaron una marcha de 20 días.

Tampoco sabían de las pruebas de supervivencia para las familias de los otros secuestrados, que al partir "nos dijeron unas palabras de tranquilidad para sus familias".

Solo se enteraron de ellas, informó Goznzález, tres días antes de la liberación, pero no las vieron ya que el responsable guerrillero se las dio directamente a Ramón Rodríguez Chacín, ministro del Interior del Gobierno Chávez.