Los economistas recurren a tecnicismos para no alarmar

Mientras el mundo se desmorona a su alrededor y todos los periódicos europeos llenan las primeras páginas hablando de "lunes negro", y descalabro bursátil, algunos de los mejores economistas del país se han reunido en la sede del BBVA para presentar conjuntamente el nuevo número de la revista Economistas, en el que se analizan los cambios en las nuevas finanzas.

Martin Gerten (EFE)

Un hombre mira una pantalla en la Bolsa de Duesseldorf.

Con caras de que nada pasaba a su alrededor en un día en el que más de uno se ha tirado de los pelos, en la mesa se han congregado Francisco Bachiller, managing director de Morgan Stanley, David Jiménez-Blanco, presidente de Merrill Lynch en España; Ignacio Muñoz Alonso, responsable global del BBVA en Europa y Asia y Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI) y director de Economistas.

A pesar de la inmediata y fugaz referencia a que los análisis publicados en la revista Economistas han llegado con un don de la oportunidad envidiable y con más actualidad que nunca, los presentes se han embarcado casi inmediatamente en un estudio más que pormenorizado e incisivo de la coyuntura, desplegando un maremágnum de conceptos técnicos económicos y financieros, pero sin hacer referencias explícitas (ni inteligibles para el común de los mortales) al batacazo de las bolsas europeas.

Tras las disecciones quirúrgicas de los especialistas, las predicciones que han hecho sobre el futuro a largo plazo han sido tan benévolas y tranquilizadoras como esa reunión de té con pastas entre colegas. Si bien todos han mostrado cierta preocupación por una posible recesión económica en Estados Unidos, ha ganado con creces la confianza en la capacidad del mercado de volver a recuperarse y buscar soluciones.

No obstante, han coincidido en que es importante aprender ciertas lecciones de este episodio y evitar algunos errores de cara al futuro, como el exceso de confianza, la utilización desmedida de las nuevas técnicas de innovación financiera o la falta de supervisión.

A la salida, los analistas han rechazado hacer más declaraciones sobre la caída de la bolsa y la situación financiera internacional, señalando que no ha sido una jornada fácil para las corporaciones a las que pertenecen.

Únicamente Emilio Ontiveros ha recomendado a los accionistas que no vendan y que esperen a que las acciones suban: "No es una situación como para estar tranquilo, es inquietante, pero la receta no es vender el patrimonio, sobre todo si se está en bolsa esperando el medio plazo".