Madrid Fusión se disfraza de 2.0

Todo el mundo quiere ser 2.0. Está de moda y por eso, a veces, las aproximaciones al mundo virtual se quedan un poco cortas cuando no se convierten en un disfraz-etiqueta que adorna y atrae, pero no da más. Esto es lo que ha ocurrido en Madrid Fusión. La intención se resume en el título de la conferencia que la cumbre programó para este miércoles: 'Los blogs y la nueva era de la crítica gastronómica'. El resultado: 'Los blogs dan un poco de miedo'.

(EFE)

Robuchon, Adriá y Arzak

El anonimato de la red permite a cualquiera escribir su bitácora y contar sus gustos y disgustos a quien quiera leerlos. Esa es la gracia Y también el peligro. Hay pocos blogs de críticos profesionales, pocos de cocineros y una "pléyade de blogs aficionados, la mayoría bastante infame". Así de contundente se mostró Carlos Maribona, crítico gastronómico del ABC y responsable del blog salsa de chiles en la versión digital de la cabecera.

Internet ha modificado la figura del crítico democratizándola y, sin embargo, no es la competencia lo que inquieta al gremio. Quizás los blogs puedan acabar con las guías gastronómicas, que, comparadas con la red, nacen ya obsoletas. Pero los blogs no podrán, dijeron, acabar con los críticos. Todos acabarán teniendo un blog, auguró Maribona, pero que se preparen porque con cada palabra que escriban "estarán expuestos a la crítica más feroz". Nada distinto a lo que ocurre en el papel. Solo que allí no se oye.

Pero no todo fueron quejas. Los blogs tienen ciertas ventajas: son espontáneos, ágiles y libres. Más o menos como Hasier Etxeberria y David De Jorge, del blog Glotonia. Estos dos cerdos (virtuales) que se consideran apasionados del 'hecho gastronómico' afrontan su página como una mezcla libre de comida, reflexiones y literatura. Quizás sean ellos los que mejor han captado el espíritu bloguero: escriben por placer pero conscientes de que hay "moros en la costa" y consideran que lo que comienza como un lugar "hermético" permite después encontrar almas gemelas "tanto en el pueblo de al lado como en México". Saben que no sólo les leen en el circuito profesional y por eso tratan de hablar de la gastronomía de manera sencilla pero cuidada, muy, muy personal y un poco 'guarra' pues aborrecen la asepsia, entre otras cosas.

La intervención de Etxeberria y de Jorge aportó un poco de ironía y humor y dio pie a una guerra dialéctica entre cerdos (virtuales). Y es que el cuarto invitado, Javier Ferradal, es uno de los responsables de 'los tres cerditos', una página que saca una newsletter mensual en la que, de forma anónima, los miembros del equipo de la página cuentan sus experiencias culinarias y puntúan restaurantes. Los de Glotonia leyeron: "Aborrecemos el juicio obtuso: "No he comido bien en Arzak", "Mugaritz, flojo" ¿qué come este tipo de individuos en sus casas? ¿qué manjares encierran en sus neveras?". Los críticos, esta vez, encajaron la crítica. No obstante el debate podía haber tenido el trasfondo de los blogs, de las páginas de una revista o de cualquier otro soporte en el que se pueda escribir.

Un poco corta la representación de blogueros para hablar de algo tan amplio como la nueva era de la crítica en la red. En definitiva, todo para los blogs, pero sin los blogs.