Crisis abierta en Italia tras la dimisión de Prodi

El fino hilo del que pendía Romano Prodi se ha roto. El Senado no le ha concedido al primer ministro italiano el voto de confianza alegando que el país necesita "estabilidad" y que no se puede permitir el lujo de caer en el "vacío gubernamental".

MAURIZIO BRAMBATTI (EFE)

El presidente italiano, Romano Prodi, durante la sesión del Senado.

Tras la votación de la Cámara Alta, Prodi ha presentado su dimisión, por lo que debe ahora espera el paso a elecciones anticipadas o la formación de un gobierno de transición. De momento, el Jefe del Estado, Giorgio Napolitano ha solicitado al gobierno de Prodi que permanezca en el cargo mientras lleva a cabo una ronda de consultas que arranca este viernes.

El Parlamento, en primer término, dio su respaldo a Prodi, confirmando su confianza en el primer ministro con 326 votos a favor y 275 en contra.

Una moción tumultuosa

Pero, como se diría en fútbol, en el Senado "no pudo ser". Y es que las quinielas no eran favorables para "Il Professore" después de perder el apoyo del partido cristiano minoritario Udeur, que le dejó sin mayoría en la Cámara Alta por 161 contra 156 votos.

La votación de hoy ha dejado una sesión que los italianos tardarán tiempo en olvidar. Los senadores han llegado a las manos en una batalla campal en la que se han dicho de todo menos "guapo".

Pero también ha habido tiempo para la lírica. Clemente Mastella, líder de Udeur, ex ministro de Justicia y responsable último de la crisis que ha supuesto un nuevo golpe para el gobierno de Prodi, ha despedido al primer ministro con unos versos de Pablo Neruda. "Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca...".

La crisis que ha acabado en la dimisión de Prodi se desató cuando la pasada semana el ministro de Justicia, Clemente Mastella, de Udeur, presentó su dimisión cuando la policía arrestó a su mujer en relación a un caso de corrupción en el sector de la sanidad pública. Su marido también formaba parte de los investigados en la trama. Udeur decidió entonces abandonar la coalición de Prodi.

El primer ministro y líder de la coalición de centroizquierda 'La Unión' ya ha presentado su dimisión al Jefe de Estado, Giorgio Napolitano. A partir de ahí lo previsible es que se forme un gobierno de transición o que se celebren elecciones adelantadas, como exige el líder de la oposición Silvio Berlusconi. Los últimos sondeos indican que el líder de Forza Italia ganaría los comicios con cierto margen.

La ley electoral, el gran debate de fondo

Napolitano tratará de evitar esta opción, ya que haría imposible tramitar una esperada reforma de la ley electoral que minaría el poder de los partidos minoritarios. La ley que actualmente está en vigor es considerada la causa de fragilidad de los gobiernos italianos. De hecho, se considera que la puñalada de Udeur podría haber sido provocada por el intento del primer ministro de ponerle fin .

Antes de que se celebraran las elecciones que le dieron el triunfo a Prodi por una escasa diferencia de 25.000 votos, el entonces presidente Silvio Berlusconi cambió la ley electoral en una intentona de favorecer a su coalición de centro-derecha. Este sistema fragmenta más al ya de por sí atomizado Parlamento italiano. Prodi, que apenas tiene mayoría en el Senado, ha visto lastrado su mandato por la Cámara Alta.

No es la primera vez que Prodi dimite. En febrero de 2007 perdió una votación similar en la que el detonante fue la política exterior del gobierno italiano.

El origen del problema de estabilidad del gobierno italiano no sólo tiene que ver con la ley electoral que mina las posibilidades de acción del gobierno, sino en la pírrica victoria que Prodi consiguió en los comicios de 2006. La pieza que le ha fallado, por pequeña que sea, ha conseguido que se venga todo abajo.