Ciudad del Vaticano.- El papa Benedicto XVI propuso hoy crear las bases de lo que denominó "info-ética" para frenar los abusos ideológicos y comerciales de los medios de comunicación con una referencia a la existencia de la bioética en el campo de la medicina y la investigación científica.
Benedicto XVI entra en el salón Nervi del Vaticano durante la audiencia general celebrada ayer.
Con esta comparación, el Papa aseguró que "es indispensable que los medios de comunicación defiendan celosamente a la persona y respeten plenamente su dignidad", en su tradicional mensaje para la Jornada mundial de las Comunicación, que se hizo publicó hoy.
Para Benedicto XVI, "los medios de comunicación no son solamente medios para la difusión de las ideas, sino que pueden y deben ser también instrumentos al servicio de un mundo más justo y solidario".
No obstante, añadió, "existe el riesgo de que en vez de ello se transformen en sistemas dedicados a someter al hombre a lógicas dictadas por los intereses dominantes del momento".
"Éste es el caso -dijo- de una comunicación usada para fines ideológicos o para la venta de bienes de consumo mediante una publicidad obsesiva".
En el mensaje para esta jornada, que este año lleva por título "Los medios: en la encrucijada entre protagonismo y servicio", el Papa afirma que la comunicación ha llegado a un cruce de caminos, pues "ofrecen posibilidades inéditas para el bien, pero abren al mismo tiempo enormes posibilidades de mal que antes no existían".
Ante esto, Joseph Ratzinger se preguntó "si es sensato dejar que los medios de comunicación se subordinen a un protagonismo indiscriminado o que acaben en manos de quien se vale de ellos para manipular las conciencias".
"¿No se debería más bien hacer esfuerzos para que permanezcan al servicio de la persona y del bien común, y favorezcan 'la formación ética del hombre, el crecimiento del hombre interior'?", se interroga.
El Papa lamentó que sobre algunos acontecimientos los medios "no se utilizan para una adecuada función de informadores, sino para "crear" los eventos mismos.
En el texto, arremete además contra una cierta manera de hacer comunicación y señala que "con el pretexto de representar la realidad, se tiende de hecho a legitimar e imponer modelos distorsionados de vida personal, familiar o social".
También advierte Benedicto XVI que es necesario "evitar que los medios se conviertan en megáfono del materialismo económico y del relativismo ético, las verdaderas plagas de nuestro tiempo" y denuncia el uso de la "transgresión, vulgaridad y violencia" a la que recurren algunos medios para aumentar sus audiencias.
Para el Pontífice, crear las bases para una "info-ética" "es una tarea que, sin embargo, nos corresponde en cierto modo a todos, porque en esta época de globalización todos somos usuarios y a la vez operadores de la comunicación social".
Benedicto XVI destaca que "es innegable la aportación que pueden dar al flujo de noticias, al conocimiento de los hechos y a la difusión del saber" y que han contribuido de manera decisiva "a la alfabetización y la socialización, como al desarrollo de la democracia y al diálogo entre los pueblos".
Pero precisó que también existe el riesgo de que los medios "se transformen en sistemas dedicados a someter al hombre a lógicas dictadas por los intereses dominantes del momento" y de que, en vez de disminuirse el abismo tecnológico entre los países pobres y los ricos, se termine por aumentar.
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