Deudos demandan el esclarecimiento del asesinato de ocho periodistas hace 25 años

Lima.-  Los familiares de los ocho periodistas peruanos asesinados en 1983 en la andina comunidad de Uchuraccay, cuando se dirigían a investigar una matanza en plena época del terrorismo, demandaron el esclarecimiento del crimen al cumplirse hoy 25 años del trágico suceso.

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(EFE)

El grupo de ocho periodistas fue interceptado por pobladores de Uchuraccay, el 26 de enero de 1983, cuando iban en camino a Huaychao, y fueron golpeados hasta morir, según confesaron entonces los campesinos al confundirlos con terroristas.

"Pedimos que haya justicia, que no quede impune", dijo a la prensa Víctor Mendívil, padre de uno de los reporteros muertos en Uchuraccay, durante la romería realizada hoy en el cementerio El Ángel en Lima.

El padre de Jorge Luis Mendívil, periodista del desaparecido diario El Observador, agregó que es un deber de las autoridades "hacer justicia".

Su nieta comentó que todavía "hay muchos misterios envueltos en el caso" y que aún se presentan pruebas contradictorias en los procesos abiertos contra los supuestos responsables.

Una delegación de ocho periodistas de varios diarios de Lima y Ayacucho emprendieron un viaje a la localidad de Huaychao, en la sierra de Ayacucho, para investigar la matanza de siete presuntos integrantes de Sendero Luminoso, a manos de los pobladores, en enero de 1983.

Era la peor época de la violencia desatada por el grupo subversivo y las comunidades de Ayacucho se unieron para defender sus territorios, debido a la ausencia del Estado.

Ante esta situación, el entonces presidente Fernando Belaúnde (1980-1985) dejó en manos del Ejército el control de las zonas de emergencia y el combate a Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), que también vio la luz en esos años.

El grupo de periodistas fue interceptado por pobladores de Uchuraccay, el 26 de enero de 1983, cuando iban en camino a Huaychao, y golpeados hasta morir, según confesaron entonces los campesinos al confundirlos con terroristas.

Sin embargo, las imágenes del viaje y del encuentro con sus agresores quedaron registradas en las fotografías que tomaron los mismos reporteros antes de ser heridos mortalmente.

En algunas de ellas se muestran enseres militares, que según los familiares demuestran que el ataque fue incentivado por los uniformados que tenían el control en la zona.

"Están las fotos que mi hijo tomó antes de morir. En ellas él hace una denuncia. Demuestra que los asesinos son militares. Las fotos de los zapatos y botas lo prueban", declaró el padre del fotógrafo Willy Retto al diario La República.

La matanza fue investigada por una comisión encargada al escritor Mario Vargas Llosa, que atribuyó la responsabilidad a los campesinos y que sirvió para su procesamiento y condena.

No obstante, los deudos comparten la tesis de que la muerte de los periodistas respondió a un operativo para impedir que se esclarezca la presunta participación del Ejército en otros ataques.

"Hay testigos vivos todavía, pero no hablan por miedo", dijo la viuda de Félix Gavilán, uno de los reporteros de Ayacucho muertos en Uchuraccay.

Por eso, "pedimos que el Estado garantice su seguridad para que puedan decir todo lo que saben. Es un derecho que tenemos y un pedido que le hacemos al presidente Alan García", agregó la mujer.

La Asociación Nacional de Periodistas del Perú lamentó que, transcurridos 25 años de la tragedia, no se haya logrado esclarecer el caso, tras recordar que en las últimas dos décadas han quedado impunes el 25 por ciento de asesinatos de comunicadores en el país.