La magia vuelve a acompañar al Deportivo con la reaparición de Valerón

A Coruña.-  La magia vuelve a acompañar al Deportivo de La Coruña, que se apoyó en la reaparición de Juan Carlos Valerón en los terrenos de juego para reabrir, con esperanza, el camino hacia la permanencia en Primera División.

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(EFE)

El centrocampista del Deportivo de La Coruña Juan Carlos Valerón, que reapareció el pasado día 27 tras más de un año de ausencia por una grave lesión.

El "mago" canario iluminó al deportivismo, convocó a la afición y motivó a sus compañeros, que consiguieron la segunda victoria en casa de toda la temporada, tras más de cuatro meses en los que sólo habían sumado dos puntos como locales.

Un amplio grupo de aficionados deportivistas arropó al equipo en el hotel de concentración horas antes del comienzo del encuentro y sus gargantas entonaron los noventa minutos de juego para generar un ambiente casi inédito esta campaña en Riazor, a pesar de que no había más de 15.000 personas en el estadio.

Las mismas gargantas que animaron el partido reclamaron al "flaco" Valerón cuando por megafonía se anunció que el canario estaba en el banquillo, algo que en el campo coruñés no se producía desde el primer encuentro del año 2007, que enfrentó a los blanquiazules con el Real Madrid.

Aquél había sido el segundo intento del canario por volver a los terrenos de juego tras la lesión que sufrió el 22 de enero de 2006 en el encuentro que, también en Riazor, midió a los deportivistas con el Mallorca.

De aquella primera lesión se recuperó para la pretemporada de la campaña 2006-07, pero recayó en un partido amistoso durante la concentración realizada por el equipo en la localidad onubense de Isla Canela.

Nuevamente tuvo que pasar por el quirófano y se recuperó a tiempo para el partido con el Real Madrid pero, tras unos minutos de juego en Copa del Rey frente al Mallorca y en Liga ante el Recreativo de Huelva, su rodilla volvió a quejarse en un entrenamiento de mediados de enero de 2007.

Probó un tratamiento conservador que no funcionó y después se programó otra intervención con la esperanza de que pudiera volver a jugar al fútbol, objetivo que consiguió en el minuto 75 del partido del pasado fin de semana con el Valladolid.

"Hasta yo mismo, en un principio, pensaba que iba a ser difícil que volviera a jugar al fútbol, pero al final ha salido muy bien y no tengo palabras para expresar todo lo que siento", reconoció el canario al final del encuentro.

Todo se había puesto de cara para su reaparición: el Deportivo tenía, por primera vez en la temporada, una ventaja de tres goles y el Valladolid se había quedado con un futbolista menos por la expulsión del portero Sergio Asenjo, que obligó a que un jugador de campo, Oscar Sánchez, tuviera que ponerse los guantes.

"Me sentí muy bien. El partido se puso ideal para mí, muy cómodo, porque debido al resultado podía entrar y jugar", explicó Valerón, a quien el público de Riazor reclamó cuando vio que el marcador permitía el tercer intento del jugador de Arguineguín por volver a jugar después de su grave lesión de rodilla.

Valerón, presentado por la megafonía como "su excelencia", mantiene, no obstante, la calma y afronta su regreso "con paciencia" por el largo periodo alejado de los terrenos de juego, tiempo que no le impidió, en quince minutos de partido, hacer tres regates y doce pases buenos, aunque cometió dos imprecisiones y una pérdida.

El técnico blanquiazul, Miguel Angel Lotina, elogió al canario: "Nos da tranquilidad, pausa y muchas cosas. No quiero quitar mérito a Javier Irureta, pero con Valerón y diez más yo también hubiera hecho algo más. Es una broma. Jugadores así quedan pocos. Es tremendo", valoró.