Bomba de relojería alimentaria

Los sesos de cerdo con leche, un 'manjar' habitual en algunas zonas de Estados Unidos, es uno de los alimentos con más colesterol que podrás ver en tu vida. Contiene el 1170% de la cantidad diaria recomendada. Con datos como esos... ¿Aún hay quien se sorprende de las cifras de obesidad del país?

Sesos de cerdo enlatados.

Atención a las brutales cantidades de colesterol: Con 5 gramos de grasa y 3500 miligramos de colesterol (el 1170% de la cantidad diaria recomendada) presentamos al alimento que pondrá fecha de caducidad temprana a tus arterias, venas y corazón tras su consumo habitual y que te aportará suministros de colesterol durante casi medio mes aún estando en ayunas: Pork Brains in Milky Gravy (Sesos de Cerdo con leche).

Y si no era ya bastante destacado el alimento por su equilibrio dietético atención a la receta recomendada que aparece en la parte posterior de la lata.

Huevos Revueltos con Sesos:

Sesos secos, mezclar con tres huevos batidos, sal y pimienta al gusto. En una sartén, cocinarlo con mantequilla fundida o margarina a temperatura media, removiendo para evitar que se peguen. Para 2 platos.

Eso, eso, a añadir más grasas que teníamos pocas. De normal, el cerebro es ya de por sí uno de los tejidos que más grasa y colesterol aporta, por lo que su consumo habitual está estrictamente desaconsejado. Si unimos las grasas del cerebro, junto a las que aportan los huevos y la mantequilla, nos salen unas cantidades muy elevadas.

Parte posterior de la lata, con una receta.

De hecho, no puedo evitar ver esas latas y compararlas con granadas temporizadas: Abrir, agitar y lanza-... digo, tragar.

Y lo más surrealista es que se trata un alimento habitual del sur de Estados Unidos, aunque dicen los que lo han probado que está asqueroso. Los cardiólogos de la zona deben tener la clientela asegurada con aquellos que los consuman frecuentemente.

Aunque aquí en España también sea relativamente habitual comer sesos de cerdo, no se consume tanto como para que exista demanda y, por lo tanto, no hay empresas que los distribuyan en lata. Allí donde hay demanda, hay oferta. Y en Estados Unidos se ve que no falta ni lo primero ni lo último. Aún así, no es un detalle único sobre sus costumbres alimentarias, otro dato más sobre las peculiaridades nutricionales de sus ciudadanos son sus raciones de comida. Todos los que han viajado alguna vez allí se sorprenden de lo enormes que son, casi el doble que las raciones de por aquí. ¿Cómo van a luchar contra sus cifras de obesidad si en cualquier restaurante te encuentras con raciones diseñadas para engordar?

Visto en: Diabesidad