Vendidos, cornudos, muñequitas

En una sesión del senado italiano, un senador se dirigió a otro con estas palabras: "maricón, pedazo de mierda, eres una puta, un vendido, un cornudo, una muñequita...". Crecido por la lírica de su exquisito lenguaje, finalizó la descripción de su colega con un escupitajo. A modo de rúbrica.

El político insultado y mojado no soportó la ofensa y se desmayó. Sólo después de ver estas imágenes en la televisión italiana es posible recuperar la confianza en la clase política española: ni Pujalte ni Pepín Blanco en sus peores momentos serían capaces de semejante desparrame. ¿Verdad? Los políticos españoles son más educados, más reflexivos, más señores. ¿Se han dado cuenta de que todos nos van a devolver dinero y a bajar los impuestos si ganan las elecciones?

Tony Judt, prestigioso historiador, autor del libro 'Postguerra. Una historia europea desde 1945', piensa que la actual generación de líderes políticos es lo peor que le ha pasado a Europa. Y eso sin ver el paseo que Rajoy y Pedro J. (angelitos) se dieron hace unos días por el Metro madrileño ante las cámaras de elmundo.es. Imágenes que, como las del senado italiano, ayudan a entender a los políticos de raza.

¡Qué humildad! ¡Qué modestia! Y es que no todo son enjambres de escoltas y coches blindados. Las imágenes repletas de humanidad de Rajoy en el metro son la prueba irrefutable del enorme compromiso de los políticos con los ciudadanos, de su grandiosa cercanía con el pueblo. ¿Han visto con que soltura baja las escaleras mecánicas, con que gracejo introduce su abono transporte en el rodillo, con que elegancia se mantiene dentro del vagón sin necesidad de agarrarse a la barra, con que felina agilidad abandona el tren sin introducir el pie entre coche y andén?

Si Rajoy no monta más en metro es porque, no me cabe ninguna duda, la popularidad no se lo permite. Es un tipo campechano. Y este vídeo es una prueba de la medida en que valora la inteligencia de sus posibles votantes, y como sabe descender a la altura del pueblo subterráneo cuando las circunstancias (electorales) lo exigen.

Cuando se acercan las elecciones los políticos, y sus mamporreros medios, necesitan más que nunca de asistencia especializada. No soy tan iluso como para hablar de Platón y su teoría del gobierno de sabios: nuestro problema es que deberíamos ser gobernados por aquellos que realmente saben qué es lo mejor. Me refiero a 'El encantador de perros' (Cuatro), un excelente programa que nos enseña a meter en vereda a los cánidos más tozudos, problemáticos o simplemente estúpidos. No se pierdan este espacio (en serio) y valoren sus posibles aplicaciones en humanos inferiores. Políticos, no niños.