Los Tiburones apuestan por un técnico joven que defiende el fútbol alegre

México.-  Al contratar a Miguel Herrera, los Tiburones de Veracruz del fútbol mexicano han apostado por un entrenador esmerado en practicar un fútbol agradable sin dejar de ser competitivo, lo cual viene bien a un club a punto de descender.

Herrera, a punto de cumplir 40 años de edad, es uno de los técnicos jóvenes de mejores resultados en México en los últimos años, con dos finales alcanzadas con el Monterrey y una semifinal con los Potros del Atlante.

Como jugador, Herrera sobresalió con Gallos Blancos de Querétaro y el Toros Neza, pero su gran logro lo consiguió con los Potros del Atlante, con quienes fue campeón de liga en la temporada 1992-93, época en la que fue llamado a la selección nacional.

Con los Potros se retiró como jugador en el año 2000 y con ellos debutó como estratega dos años después, cuando era un desconocido.

Había heredado la forma de dirigir del técnico argentino Ricardo La Volpe y le agregó de su cosecha, lo cual le sirvió para pasar a la liguilla de manera reiterada y alcanzar unas semifinales, en el torneo Apertura'03.

Estaba contento, pero Atlante no le podía pagar un salario muy alto y eso lo llevó a emigrar a los Rayados de Monterrey, un club con una hinchada fiel y necesidad de triunfos.

Herrera colocó a los Rayados en finales en los torneos Apertura de los años 2004 y 2005, sin embargo en México los directivos tienen poca paciencia y menos memoria y a la primera racha perdedora, lo despidieron a mitad del campeonato Apertura'07.

Es un hombre temperamental, que suele enredarse en polémicas con los árbitros, pero propone un fútbol alegre y posee la buena vibra que necesitan los Tiburones para mantenerse en la primera división y salir del último lugar del torneo Clausura'08 en el cual suman dos derrotas en igual número de salidas.

Los Tiburones han mostrado desorden en su funcionamiento en las derrotas contra Morelia, 0-1, y Atlas, 3-0, y la primera misión de Herrera será poner equilibrio en todas las líneas y recordar a los jugadores que faltan 15 juegos y tienen muchas posibilidades de salvarse del descenso.

Su labor no será sólo planear la táctica y la estrategia sino garantizar que el estrés no se apodere del vestuario porque si no permanecen confiados y sin presión, será imposible cumplir las metas.

Herrera tiene los conocimientos y sabe trabajar en grupo. Está por ver si en los meses que lleva desempleado aprendió a reconocer las derrotas sin culpar a terceros, algo que le costó trabajo hacer en sus primeros seis años como entrenador.