El sevillano Manolo Escribano sale a hombros en la plaza venezolana de Mérida

Mérida (Venezuela).-  El torero español Manolo Escribano cortó hoy dos orejas y salió a hombros de la plaza venezolana de Mérida en la tarde de su presentación en la cuarta corrida de la Feria del Sol celebrada en la ciudad andina del occidente del país.

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(EFE)

El torero español Manolo Escribano cortó hoy dos orejas y salió a hombros de la plaza venezolana de Mérida, Venezuela.

El venezolano Bernardo Valencia cortó un apéndice en la despedida de la afición después de 31 años de su alternativa.

El mexicano Ignacio Garibay Zepeda obtuvo un trofeo en el debut en esta arena.

Se lidiaron siete toros venezolanos, uno de Campo Pequeño, bravo sacado en cuarto lugar para el rejoneador español Sergio Vegas. Loslos seis restantes de Los Marañones, bien presentados, bravos que empujaron en los caballos y dieron buen juego en general salvo el segundo.

El tercero y el sexto aplaudidos en el arrastre y al séptimo la plaza pidió el indulto.

La plaza tuvo completo el aforo en tarde gris con fría brisa .

Valencia: ovación y oreja

Garibay: palmas y oreja

Escribano: oreja y oreja con fuerte petición

Vegas: palmas tras aviso.

Abrió plaza Valencia, de azul turquesa y oro, que desplegó un ramillete de verónicas y clavó dos pares de banderillas; al segundo, de rodillas, llamó la atención del animal. Valiente y aseado trasteo. Remató de estocada arriba.

En el segundo se mostró valiente con la capa. Clavó el par de la silla y otro, en los medios, cerrando de poder a poder. De hinojos inició atrevida y larga faena, acompañado de música. Mató limpiamente y hubo petición de apéndice que el criollo paseó en emotiva vuelta.

Garibay tuvo en su primero un animal de buena estampa, que se apagó muy rápido, por lo que liquidó con prontitud.

A su segundo lanceó con buenas maneras. Realizó asentada faena acompañado de la banda. Estuvo sereno en las series de naturales y derechazos que satisficieron al público. Mató de estoconazo, lo quen pe valió la petición de una oreja.

Escribano, con gusto a la verónica, jugó bien brazos rematando con torería. Banderillea de poder a poder, saliendo del estribo, cerró con violín quebrando en las tablas.

Larga y profunda faena de mandonas series a la diestra. Se adornó con ceñidos muletazos para matar de estocada hasta cinta y certero descabello: Una oreja

Al que cerró plaza recibió en tablas con larga cambiada de rodillas, toreando con candor a la rodilla, intercalando con chicuelinas. Volvió a lucir en banderillas para encender plaza con garapullos en todo lo alto, que la afición saludo grandemente.

Faena al más puro estilo de la escuela sevillana, con largas series de naturales,, derechazos y toreros remates jaleados por público y sostenidos por el pasodoble. Toreó con gusto en los medios.

Cuando el pidió el indulto del astado, que no fue concedido, el cornúpeta no dejó de embestir. El sevillano entro a matar clavando hasta la empuñadura más certero descabello. Oreja y fuerte petición.

En el cuarto lugar se presentó el español, Sergio Vegas, quien dio recital de toreo desde la cabalgadura. Clavó arriba rejoncillos de castigo y cuatro pares de "farpas", uno de ellos a dos manos siendo ovacionado.