Las "milagrosas" siamesas separadas en EE.UU. regresan saludables a Costa Rica

San José.-  Las siamesas costarricenses Fiorella y Yurelia Rocha Arias, que nacieron en 2005 unidas por el pecho y fueron separadas el pasado mes de noviembre en Estados Unidos, llegaron hoy saludables a Costa Rica donde son consideradas un "milagro viviente".

Cris Embleton, presidenta de Mending Kids International, que organizó el traslado de las niñas a Estados Unidos y corrió con los gastos de transporte y alojamiento, afirmó hoy en conferencia de prensa que las niñas son "un milagro".

"Son un milagro porque aprendieron a caminar dos semanas antes de la operación y ahora lo hacen perfecto y ahora podemos ver a dos niñas perfectamente normales con personalidades increíbles", afirmó Embleton.

Fiorella es "muy aventurada" y "sin miedo a nada", y Yurelia "es más tímida y dulce", explicó Embleton, quien recordó que hace dos días las pequeñas visitaron el parque de Disney, donde disfrutaron de las atracciones del lugar.

"Mending Kids termina aquí su trabajo y es tiempo de que las niñas estén con sus padres y familia y que este país haga su parte y los apoyen", concluyó la presidenta de la organización.

Por su parte, la madre de las siamesas, la nicaragüense Elisabeth Arias, aseguró que sus hijas están en perfecto estado de salud, aunque un poco resfriadas por el cambio de clima, y agradeció las oraciones de los costarricenses, nicaragüenses y estadounidenses en favor de las pequeñas.

Arias también agradeció el "milagro" concedido por la fallecida Sor María Romero, una religiosa que es considerada en Costa Rica y Nicaragua como una santa.

Durante la conferencia de prensa, realizada en un hotel en las afueras de San José, Yurelia y Fiorella se mostraron un poco malhumoradas, según su madre porque se acababan de despertar, pero se vieron sanas y con mucha energía.

Las niñas regresarán mañana a su humilde casa en un barrio del sur de San José para reunirse con el resto de su familia, compuesta por su padre, su madre y nueve hermanos.

De ahora en adelante las siamesas podrán desarrollarse como dos niñas normales y no requerirán de ningún cuidado médico especial, pero sí algunas terapias físicas y citas periódicas con un cardiólogo.

"No estamos pidiéndole nada a la gente, solo que sigan orando por las bebés, que con lo que mi esposo gana nos acomodaremos", afirmó la madre de las menores.

Las niñas que compartían parte del corazón y el hígado estuvieron desde el año anterior en Estados Unidos, donde fueron operadas exitosamente el pasado 12 de noviembre en el hospital infantil Lucile Packard en Stanford (California).

Hoy regresaron a San José en compañía de su madre y varios médicos, con quienes se encuentran en un hotel en las afueras de la capital donde dormirán hoy.

El Gobierno costarricense anunció días atrás que brindará facilidades a la familia de las siamesas para que puedan ampliar su vivienda y así dar a las pequeñas una mejor calidad de vida.