Basterretxea y Ortiz de Elgea, dos trayectorias distintas del arte vasco

San Sebastián.-  Néstor Basterretxea y Carmelo Ortiz de Elgea son dos artistas con trayectorias muy diferentes que desde hoy comparten espacio en la Sala Kubo de San Sebastián, en una exposición en la que muestran su único nexo, el haber sido protagonistas de la vanguardia creativa de Euskadi en los años 60.

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La exposición "En el curso del tiempo" reúne desde hoy y hasta el 13 de abril 93 obras que repasan la carrera de ambos, la de Ortiz de Elgea resumida en 38 pinturas y la de Basterretxea en 24 esculturas, 17 pinturas, 4 obras gráficas, 6 proyectos arquitectónicos y 4 proyecciones.

Ambos han asistido este mediodía a la presentación de la muestra y Basterretxea ha hablado, en nombre de los dos, del "entendimiento universal no declarado entre los artistas del mundo", entre personas como ellos que no tienen "nada que ver", pero que precisamente por esa razón hace "más interesante" esta experiencia conjunta.

"Carmelo y yo estamos en polos opuestos. Él vuelve a la naturaleza, la deshace y la atomiza. A mí me gusta lo radical y lo iniciático. Somos como un árbol: él es el tronco y las ramas, yo el tronco y las raíces", ha señalado.

Basterretxea (Bermeo, 1924), como uno de los impulsores del grupo "Gaur", y Ortiz de Elgea (Aretxabaleta, 1944), dentro de "Orain", coincidieron "en ser testigos y actores de un momento artístico fundamental de la cultura vasca", ha dicho hoy María Victoria Arcaya, directora de esta sala del centro Kursaal.

Con esa premisa, el comisario Fernando Golvano, autor también del catálogo de la exposición, ha montado "En el curso del tiempo", en la que no faltan piezas de la "Cosmogónica Vasca" de Basterretxea ni los particulares paisajes y autorretratos que abundan en la obra de Ortiz de Elgea.

Golvano ha destacado la "singularidad" de Basterretxea como "artista interesado en múltiples disciplinas", que ha abarcado desde la pintura hasta el diseño industrial o el cine, aunque son sus monumentales esculturas, repartidas por todo el mundo, las que se imponen en su universo como creador.

El comisario ha subrayado, entre ellas, las de la serie "Cosmogónica Vasca", a las que se ha referido como "la primera tentativa" de la vanguardia de Euskadi para "renovar el imaginario de lo vasco".

El propio escultor ha explicado que trató con ello de "interpretar y dar categoría de arte a la mitología vasca", de "traducir a imágenes tangibles lo que es la palabra", algo de lo que ha asegurado se siente "muy orgulloso", especialmente en un país que tenía lo segundo con el euskera, pero en el que existía una "ausencia total" de lo primero.

Fernando Golvano, que ha recordado la "precocidad" con la que Ortiz de Elegea se incorporó a "la trama" vanguardista vasca, ha dicho que las obras del pintor alavés son "imágenes condensadas de humores, experiencias y climas psíquicos".

"Para él, el paisaje es como una fuente inagotable de recursos, desde el que da lugar a otras pulsiones que tienen poca analogía con lo que fue la primera llamada. Carmelo hace de la pintura un territorio siempre nuevo", ha añadido.