Sarkozy lanza un plan para la "chusma" de los suburbios

Sarkozy ha lanzado hoy el proyecto 'Espoir banlieues' ('Esperanza suburbios') con el que el presidente francés trata de tender una mano a los barrios más desfavorecidos de la periferia de las grandes ciudades francesas. Un total de 500 millones de euros serán destinados a transporte público y a sacar de la marginalidad a estas zonas.

JACKY NAEGELEN (Reuters)

Sarkozy, rodeado de sus ministros, expone su plan para los suburbios.

Precedido de una gran pompa, 'Esperanza suburbios' es una de las grandes promesas de la campaña de Sarkozy que, según ha declarado hoy, quiere "reinventar la ciudad". El presidente francés ha presentado su plan acompañado de la plana mayor ministerial, en una intención de mostrar que su plan compromete a gran parte de las carteras. Especialmente a Fadela Amara, titular del ministerio de la Ciudad.

Los 'banlieus' están poblados por un gran porcentaje de familias de inmigrantes. Muchas de ellas viven en territorio francés desde hace tres generaciones. Los jóvenes tienen 'carte d'identité' y son ciudadanos franceses, con todo el peso que tiene el término en la República donde se fraguó su significado. Son educados en los eternos valores interiorizados hasta el tuétano del ideario común de los franceses: libertad, igualdad y fraternidad. Pero no los conocen en la realidad.

Son y se sienten ciudadanos de segunda. Barrios mal dotados, con servicios deficientes, delincuencia, absentismo y fracaso escolar, marginación... son sólo algunas de las plagas que sufren estas zonas urbanas. Sarkozy se lanza ahora a la salvación de la periferia de las grandes ciudades y, sobre todo, de sus jóvenes. Pero, ¿cómo será recibido su plan?

Los suburbios ardieron en 2005. La muerte de dos adolescentes fue un revulsivo para cientos de jóvenes que se revolucionaron contra una especie de ostracismo estructural. El presidente francés tiene un problema de credibilidad en estos barrios, sobre todo teniendo en cuenta que, entonces siendo ministro del Interior, llamó a los manifestantes "racaille", lo que vendría a significar algo así como "escoria" o "chusma". 'Esperanza suburbios' podría ser el intento de acercarse de nuevo a ellos.

El presidente francés ha afirmado que Francia lleva fracasando 20 años con sus políticas a favor de los barrios periféricos de las grandes ciudades. ¿Será 'Esperanza suburbios' el principio del fin de estos focos de paro, pobreza, delincuencia y exclusión? Éstas son las principales líneas de actuación del proyecto presentado hoy.

1. Seguridad: la guerra sin cuartel a los "gamberros" y a los "traficantes" es el principal caballo de batalla del plan de Sarkozy. Un total de 4.000 policías suplementarios serán desplegados en los barrios periféricos que registren problemas de seguridad. El objetivo: mantener el orden y luchar contra la violencia urbana.
2. Educación: es el eje más exhaustivamente desarrollado. El presidente francés quiere crear escuelas de segunda oportunidad destinadas a 150.000 alumnos no cualificados y sin ningún tipo de diploma o certificado. Otro de los planes de Sarkozy es la creación de "internados de excelencia" donde jóvenes de medios desfavorecidos y con buenas aptitudes escolares puedan recibir formación de calidad.

El Gobierno francés quiere también lanzar el 'busing', un experimento que ya se ha practicado en Estados Unidos y que consiste en la escolarización de alumnos de estos barrios en otras zonas, encargándose el Estado de transportarlos. El objetivo final es fomentar la mezcla social.

3. Empleo: la propuesta más llamativa de Sarkozy para acabar con el paro de estos barrios es la puesta en marcha de unos contratos de autonomía para más de 100.000 mil jóvenes, a los que se ayudará a encontrar un empleo y a emprender sus propias empresas en los próximos tres años.
4. Transporte: "Es inadmisible que en ciertos barrios de la República la población esté bajo arresto domiciliario", ha indicado Sarkozy a propósito del aislamiento en el que viven los ciudadanos de los suburbios. Más inversión en infraestructuras en los próximos cinco años es la promesa.