México arranca con un retrato sobre penurias e ilusiones del éxodo hacia el norte

Berlín.-  "La Frontera Infinita" de Juan Manuel Sepúlveda inició hoy el paso de México por la Berlinale, en la sección de Forum, con un retrato íntimo de las miserias y esperanzas de cientos de miles de centroamericanos que emigran hacia México cada años con la ilusión de cruzar a Estados Unidos.

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(EFE)

"La Frontera Infinita", de Juan Manuel Sepúlveda, inició la representación mexicana en la sección de Forum, de la Berlinale, con un retrato íntimo de las miserias y esperanzas de cientos de miles de centroamericanos que emigran hacia México cada años con la ilusión de cruzar a Estados Unidos. En la foto, decenas de personas hacen cola para comprar entradas para la 58ª edición del Festival Internacional de Cine de Berlín.

Sepúlveda explicó a Efe que más que una "historia en movimiento" quiso reflejar las "pausas" de esa evasión en busca de "una vida mejor" así como "romper" con la imagen que el estamento político tiene de los inmigrantes "a los que ven como personas fuera de la ley o como meras víctimas".

El director, que fue encontrando a los anónimos protagonistas de su cinta junto a pasos fronterizos, vías de tren y en senderos entre cañaverales, quiso imponer un "punto de vista ético" a su trabajo, "por encima de lo estético", para reflejar un drama que afecta a medio millón de personas al año.

Interminables raíles y eternos senderos en plena maleza marcan el periplo de miles de centroamericanos "cuya tragedia siempre está marcada por la vitalidad y la esperanza", añade.

A pesar de que considera su trabajo una película y no un documental, Sepúlveda reconoce que se trata de un proyecto "no ficticio" que muestra un drama "muy real" y que ha contado con el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía (INCIME).

"La Frontera Infinita" muestra la ilusión y también la incipiente desesperanza que acecha tras cada curva a quienes emprenden su búsqueda de "El Dorado" americano, y se encuentran con fronteras "que ya no separan naciones" sino que determinan "quién queda dentro y quién queda fuera", apuntó.

Sepúlveda materializa esa barrera infranqueable en el muro que Estados Unidos construye en su límite territorial de México pero que, según los protagonistas del filme, no detendrá la inmigración ya que "siempre habrá formas de cruzar" al otro lado.

"Estados Unidos es un lugar de una ilusión y mil quebrantos", asegura uno de los tenaces caminantes del filme que no por eso renuncia a seguir avanzando en pos de su sueño.

La fe en la Providencia sostiene el andar de los emigrantes, entre quienes la cámara de Sepúlveda, que viajó durante dos meses con un equipo de dos personas, se infiltra para documentar las etapas del viaje, marcado por el miedo a "La Migra", es decir, los servicios de inmigración.

La película, que se estrenó hoy a nivel internacional, retrata desde los menores que han sido deportados y esperan en centros de acogida ser recogidos por sus familias, a quienes intentan por enésima vez cruzar al otro lado y hasta a los que quedaron atrás, amputados de piernas y brazos, al intentar subir a un tren en marcha.

"La Frontera Infinita" no escatima en el dramatismo de las imágenes ni en la longitud de los planos, en los que carreteras y vías de ferrocarril se vuelven eternas. "La frontera es tan ancha que olvida sus propios límites", concluye la cinta.