HRW urge al gobierno bengalí a combatir el problema "endémico" de la tortura

Nueva York.-  Human Rights Watch (HRW) reclamó hoy al Gobierno de Bangladesh, así como a los países u organismos que le donan fondos, que se enfrenten urgentemente al "endémico problema de la tortura" que sufre el país asiático.

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(EFE)

Soldados del ejército bengalí patrullan en las calles de Gulistan, Dacca, Bangladesh, en 2006.Human Rights Watch (HRW) reclamó hoy al Gobierno de Bangladesh, así como a los países u organismos que le donan fondos, que se enfrenten urgentemente al "endémico problema de la tortura" que sufre el país asiático.

La organización humanitaria estadounidense ha elaborado un informe sobre "La tortura de Tasneem Khalil: Cómo el Ejército de Bangladesh abusa de su poder bajo estado de emergencia", en el que denuncia "el arresto arbitrario y tortura" de ese periodista anglosajón por parte de las autoridades de inteligencia de ese país.

En opinión de la organización, esa detención "pone de manifiesto los notorios abusos de la agencia militar de inteligencia al amparo del estado de emergencia y el fracaso del Gobierno interino en el control de las fuerzas de seguridad".

En un comunicado, la organización explicó hoy que el informe relata con detalle las 22 horas de "detención clandestina y tortura" que sufrió en mayo de 2007 el periodista del diario Daily Star (que también colaborada con CNN y HRW), una práctica "bien conocida por el Gobierno, los bengalís, los donantes y la comunidad diplomática".

"La descontrolada detención ilegal y torturas constituyen una clara evidencia de que las fuerzas de seguridad de Bangladesh se están volviendo locas", aseguró el director de HRW para Asia, Brad Adams, quien destacó que "la importancia de Khalil como periodista crítico pudo salvarle la vida, pero los ciudadanos de a pie no tienen ese tipo de protección".

HRW asegura que tras un mes de permanecer escondido, el periodista se refugió en Suecia, donde se le ofreció asilo a él y a su familia, y desde entonces no ha hablado públicamente del incidente, hasta que decidió relatar su experiencia en el informe elaborado por la organización no gubernamental.

En ese informe relata que varios hombres armados se presentaron en su casa de Dhaka en mayo de 2007, le apuntaron con una pistola delante de su familia y se lo llevaron a un centro de interrogatorios donde se le amenazó con ser ejecutado, se le golpeó y se le obligó a confesar su activismo, así como el de amigos y colegas contra el Ejército del país.

"Decenas de miles de personas han sido detenidas arbitrariamente por las fuerzas de seguridad desde enero de 2007, cuando el actual Gobierno alcanzó el poder e impulsó una agenda de reformas. Muchas de esas personas fueron torturadas", asegura HRW, que también cree que en Bangladesh se tortura para intimidar a los críticos pacíficos con las prácticas del Gobierno y el Ejército.

Por ello, HRW "urge al Gobierno interino de Bangladesh a hacer de la protección de los derechos humanos una prioridad y a luchar contra la corrupción".

"Mientras pocos pueden rebatir que la corrupción, el crimen organizado, la politización de la burocracia y la violencia política tienen que ser combatidos en Bangladesh, el Gobierno interino debe darse cuenta de que las reformas no se pueden construir a base de llamadas a la puerta a medianoche y torturas", aseguró Adams.

En ese sentido, recordó que "una sociedad democrática pacífica requiere del respeto de los derechos elementales".