Continúa la operación militar para capturar a una treintena de soldados rebeldes

Sídney (Australia).-  Las fuerzas de seguridad timorenses e internacionales continúan hoy la operación militar lanzada para capturar a una treintena de soldados rebeldes que el pasado lunes atentaron contra el presidente de Timor Oriental, José Ramos Horta, y el primer ministro, Xanana Gusmao.

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(EFE)

Soldados australianos preparan un operativo de seguridad hoy, 15 de febrero de 2008, en Dili (Timor Oriental).

El jefe del Ejército australiano, Angus Houston, que hoy visitó Dili junto al primer ministro, Kevin Rudd, indicó que sospechan que los rebeldes se esconden en las montañas tras huir de la capital.

"Corren por el país y están creando problemas para el Gobierno de Timor. Ayudaremos a las autoridades a llevarles ante la justicia", dijo Houston a los medios australianos.

En declaraciones a la televisión australiana "Canal Nine", el ex teniente Gastao Salsinha aseguró que está al mando de los fugitivos y que no tiene intención de rendirse.

"Si el Ejército de Timor Oriental viene para capturarme, me voy a defender", dijo el oficial rebelde.

Salsinha, que añadió que apoya la presencia de tropas extranjeras en el territorio, precisó que "si mis seguidores me piden que me entregue al Gobierno, entonces lo haré".

El militar rebelde describió los ataques a Ramos Horta, que recibió varios disparos y permanece hospitalizado en Australia, y a Gusmao, que salió ileso, como parte de un "complicado plan" trazado con días de antelación.

Por su parte, el fiscal general de Timor, Longuinhos Monteiro, confirmó que ha emitido doce órdenes de captura y que prepara otras cinco, sin descartar que esa cifra aumente en los próximos días.

Según Monteiro, su oficina recibió tres días antes de los atentados información sobre los planes del ex comandante Alfredo Reinado para atacar a Ramos Horta, que fue alcanzado por tres balas.

Reinado resultó muerto con otro correligionario en el tiroteo con los escoltas del presidente timorés.

"Sí, teníamos la información tres días antes, pero no teníamos recursos para analizarla", afirmó Monteiro, quien precisó que los datos de los que disponían no sugerían que los rebeldes estuvieran a punto de lanzar un ataque.

Australia reforzó el pasado martes su presencia militar en Timor Oriental con el envío de 350 soldados y policías, que se han unido al contingente de la ONU, integrado por unos 1.700 efectivos.

El Parlamento timorés prorrogó el pasado miércoles y hasta el día 23 el estado de excepción declarado el mismo día de los ataques.

"Queremos que nuestros socios estén en paz y tengan seguridad a largo plazo, por lo que siempre estaremos abiertos a nuestros amigos, aquí en Dili, en todo lo necesario en el futuro", dijo hoy el primer ministro australiano en su visita a Timor.

Australia envió tropas a Timor en 2006, después de que la antigua colonia portuguesa pidiera ayuda internacional para frenar la ola de violencia que se apoderó del país, debido a los enfrentamientos en el seno del Gobierno y de los desertores capitaneados por Reinado.

La violencia causó unos 30 muertos, unos 150.000 desplazados y el envío de fuerzas de paz extranjeras, entre ellas las de Portugal, Nueva Zelanda y Malasia.

"Es en las urnas, no en el cañón de una pistola, que se toman las decisiones en nuestros países", añadió Rudd acompañado por Gusmao.

Tras su visita a Timor Oriental, Rudd visitó a Ramos Horta en el hospital Royal Darwin, donde permanece ingresado desde el pasado lunes y donde ya ha sido sometido a dos intervenciones quirúrgicas.

"Es un luchador, sé que el viejo José aún tiene que luchar, me gustaría volver cuando (Ramos Horta) esté preparado para ello, aún le queda (para recuperarse)", dijo a la salida del hospital.

Rudd también visitó, en el mismo hospital, al lugarteniente timorense Selstino Gomes, herido en el ataque a Ramos Horta.

De acuerdo a los médicos del hospital, Ramos Horta, de 58 años y Nobel de la paz, se encuentra estable y hoy habló brevemente con Fernando Lasama de Araujo, quien le sustituye como jefe del Estado interino.

De Araujo vaticinó en declaraciones a la prensa, que Ramos Horta podría volver al trabajo en uno o dos meses.