El carácter borgiano

Para su 'Historia universal de la infamia', Borges seleccionó una colección de perfectos villanos, e inventó un mundo barroco para cada uno de ellos. Piratas, asesinos, esclavistas… Lo peor de cada familia. Estudiosos del maestro porteño han sugerido que el carácter borgiano de estos relatos radica en un interés excesivo por las posibilidades inagotables de la maldad, el espanto y la desazón.

Ana Rosa Quintana.

Un telespectador español optimista podría llegar a pensar que muchos de los programas de máxima audiencia de nuestro país gozan de «carácter borgiano». Ya saben, ese interés excesivo por la maldad, el espanto y la desazón. No hablo de Iker Jiménez, un simple asustaviejas. Hablo de auténtica perversidad, de enorme vileza, de verdadero mal gusto. De programas como el de Ana Rosa Quintana (Telecinco), ganadora de un premio TP, o de 'Sé lo que hicisteis', enseña de La Sexta. Ambos espacios han ofrecido estos días sendos ejemplos de podredumbre, soberbia y falta de respeto.

«Yo ya sé que nos van a criticar por esto, pero me da lo mismo», dijo Ana Rosa Quintana, y emitió las desgarradoras imágenes («les avisamos de que son muy duras») de la paliza que propina una retrasada mental de 24 años a su madre. La madre quería denunciar que lleva años pidiendo plaza para su hija en una residencia y no se la dan. Ana Rosa recoge esa denuncia, graba las imágenes de la agresión, y lo vende como «periodismo de investigación».

En esas imágenes obscenas, la madre llorando, una entrevista a la hija con cámara oculta, empieza y acaba su «periodismo de investigación». El resto es miseria en estado puro. Televisión despreciable que utiliza el dolor ajeno, que manipula las desgracias y las llama «periodismo». Imaginen las escenas: la madre, deshecha, la agresión, mil veces repetida, los detalles sórdidos de las palizas… y en la parte inferior de la pantalla, rótulos como «Mi hija me dio la primera paliza con 17 años» o «Mi hija me insulta, me muerde, me pega… soy un saco de boxeo para ella». ¿Se puede ser más miserable?

Sí. Burlándose de alguien con acondroplasia (enanismo). El martes en 'Sé lo que hicisteis' emitieron algunos de los gags más repugnantes (además de malos) que puedan imaginarse. El protagonista de todos ellos era un enano, víctima de bromas absolutamente patéticas. «No irás muy lejos con esas piernas tan cortitas», le decía Patricia Conde mientras le perseguía por el plató tras disfrazarle de ET.

¿Programas con carácter borgiano? Podría ser. En ambos espacios parecen disfrutar de ese «interés excesivo por las posibilidades inagotables de la maldad, el espanto y la desazón». Pero me temo que su interés no sea altruista (literario), sino egoista (audiencias). Unas audiencias que, como a estas alturas todos deberíamos saber, se pueden conseguir con talento o, más fácilmente, con sensacionalismo y humor grueso. Dos nuevos capítulos que añadir a la interminable historia de la infamia televisiva española.

Un motivo para no ver la televisión

Steve Forbert
Cd: Jackrabbit Slim.
Sony Music

El mejor disco del cantautor de Meridian (Mississippi) se ha reeditado en cd. No tiene la prestancia estética del original, pese a respetar la carátula, ni el sonido brillante del vinilo… pero, ¡coño, es «Jackrabbit Slim»!, con sus diez memorables temas. Se grabó en 1979, pero ha conservado toda la frescura y la vitalidad originales gracias a unas canciones absolutamente atemporales. Ya saben, esa forma de componer de Forbert a medio camino entre Dylan, Paul Simon y John Prine. ¿Pop? ¿Rock? ¿Country? Un poco de todo, y mucho más. Toda una leyenda de la música norteamericana en un disco que, aunque sólo fuera por «RomeoŽs Tune», no debería faltar en la casa de ninguna persona de bien.

'Strange Names', un tema de su último disco…

Tremendo «I Blinked Once» en la BBC…

La única versión que he encontrado de «RomeoŽs Tune»… interpretada inmediatamente después de «Good Planets».