Gallardón denuncia las "exigencias segregadoras" de los nacionalistas vascos

MADRID.-  El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, aseguró hoy que el Partido Popular es "transparente y fiable", que tiene "gente en la que se puede confiar muy especialmente a la hora de hacer frente, siempre desde el Estado de Derecho, al desafío terrorista" y a las "exigencias segregadoras de los nacionalistas, que no sólo buscan segregar Euskadi de España, sino que también quieren segregar una parte del pueblo vasco de otra parte del pueblo vasco".

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EP (EUROPA PRESS)

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, aseguró hoy que el Partido Popular es "transparente y fiable", que tiene "gente en la que se puede confiar muy especialmente a la hora de hacer frente, siempre desde el Estado de Derecho, al desafío terrorista" y a las "exigencias segregadoras de los nacionalistas, que no sólo buscan segregar Euskadi de España, sino que también quieren segregar una parte del pueblo vasco de otra parte del pueblo vasco".

En un acto electoral en Vitoria en el que estuvo acompañado por la presidenta del PP vasco, María San Gil, y los candidatos alaveses al Congreso y al Senado, Alfonso Alonso y Ramón Rabanera, respectivamente, Gallardón dijo que ante los errores cometidos en los últimos cuatro años por el PSOE, los populares estaban en "lo cierto" cuando propugnaban que "el camino más justo y eficaz para lograr la paz en el País Vasco no pasa por la negociación política, sino por la firmeza del Estado de Derecho y el respeto riguroso de la ley".

En este sentido, aseguró que si el PP "no se equivoca en el último tramo como se ha equivocado el PSOE, se podrá vislumbrar el fin del terrorismo", que es "la pesadilla que ha envenenado los sueños desde hace muchos años". Asimismo, denunció la "trampa histórica que ha tendido el nacionalismo" al presentarse como "el eterno mediador entre el discurso excluyente y el constitucionalismo integrador".

"Es una trampa porque no se nos puede igualar, ni en dignidad ni en justicia, a los que defendemos las libertades, con aquellos que lo que hacen es asesinar la libertad. Nadie puede presentarse como mediador porque no hay mediación que valga, porque con aquellos que no respetan las reglas del Estado de Derecho, que coartan nuestras libertades, que acaban con las vidas de quienes más queremos, no cabe mediación alguna", aseguró.

Gallardón pidió a los nacionalistas "que no vengan a decir que son los mediadores necesarios con aquellos con quienes no hay que abrir ninguna interlocución", porque "con el terrorismo, lo que tiene que hacer el Estado de Derecho es aplicarle la ley, la justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad".

El regidor madrileño destacó que "los alaveses saben que el nacionalismo no es la solución a los problemas que tiene esta tierra", y lamentó que el socialismo "ha perdido a los mejores de los suyos, que han tenido que abandonar su partido porque lo han visto en muchos aspectos asimilado al nacionalismo". "No queda otra opción que el PP, si lo que se quiere es defender una concepción de una nación moderna, de ciudadanos con todos los derechos y en igualdad de condiciones", agregó.

Además, mostró su "admiración y humildad" ante los representantes del PP en el País Vasco, porque lo que "los demás hacen con normalidad, aquí requiere un esfuerzo extraordinario", y destacó la "lucha cotidiana y modélica de los candidatos vascos, frente a uno de los peores totalitarismos, que es el nacionalismo excluyente".

PSOE "DESORIENTADO"

Gallardón consideró "bueno" que haya dos grandes modelos, "uno de izquierdas como el PSOE y otro de centro derecha como el PP", y dijo que hay caminos que le hubiera gustado recorrer con los socialistas y objetivos que le hubiera gustado compartir, como "la defensa de España y el final del terrorismo, con la ley en la mano y por las vías que establece la ley".

"Pero no nos han dejado", se lamentó, antes de indicar que este partido "ha estado desorientado, errado y opaco en sus discurso y en sus hechos durante estos años", a pesar de lo cual se mostró optimista porque Mariano Rajoy ya ha anunciado que el primero al que llamará tras ser elegido presidente será el PSOE "para invitarle a recuperar un acuerdo y un encuentro que los socialistas nunca debieron romper".

En su opinión, "España necesita que el PSOE vuelva allí donde estuvo hasta hace cuatro años, esto es, en la oposición" y por eso manifestó que sería "extraordinariamente positivo para los socialistas que una derrota electoral les llevase a una profunda reflexión sobre cuáles han sido los errores que les han llevado a discurrir por este equivocado camino en estos cuatro años".

"Os pido que le hagáis un favor al PSOE, que es enviarle a la oposición para que recapacite", reclamó, antes de criticar al actual presidente del Gobierno por "marginar al PP, cuando más dispuesto estaba a apoyar el proyecto de España que se inició con el Ejecutivo de Aznar" y por "buscar aquellos socios que no pueden defender lo que el PSOE dice defender, porque se sientan en la mesa para repartir el presupuesto aquellos que lo que proponen es romper la idea misma de la nación de España".

Por último, lamentó que a pesar de la buena situación económica del País Vasco exista "una parte oscura de la realidad, de miedo y represión", y consideró que "no se puede aceptar que nadie que de verdad crea en la democracia pueda, por un bienestar económico, permitir que se doblegue nuestro activo más importante que son las libertades".

MARÍA SAN GIL

Por su parte, la presidenta del PP vasco, María San Gil, criticó el "acuerdo tácito del PSE para sostener al PNV y su proyecto", y acusó a José Luis Rodríguez Zapatero de "contribuir a que nos encontremos en la situación actual", con la convocatoria de un referéndum el próximo 25 de octubre, y de ser "una parte implicada, ya que desde la Moncloa ha afianzado el proyecto nacionalista".

Tras asegurar que en el debate del lunes se demostró que Rajoy "es el mejor para ser presidente y que tiene un buen programa", dijo que Zapatero "no tiene nada que decir" y le acusó de ser la "demagogia personalizada, sin proyecto ni ideas". Asimismo, anunció que el PP quiere que el País Vasco "siga formando parte de España" y pidió a los cientos de simpatizantes presentes en el Hotel Barceló Gasteiz que trasladen a la gente "el enorme problema que supone que Zapatero siga en la Moncloa".

Por último, aseguró que Rajoy "es garantía de legalidad y de que se apliquen las leyes", frente "a la ruptura y a la división, al sufrimiento de los últimos tiempos y a un Gobierno que busca dividir en lugar de sumar".

Alfonso Alonso apostó también por "defender el proyecto común de convivencia que es España" y anunció que "pase lo que pase nunca podrán callar ni echar de aquí a los populares", porque el PP es "el primer partido en Alava". Además, deseó que en esta tierra "se puedan expresar las opiniones sin miedo y se pueda ir sin escoltas", así como "elegir la educación de los hijos", antes de denunciar que dentro de poco este será "el único lugar de la UE en el que los padres no puedan matricular a sus hijos en su lengua materna".

En este sentido, anunció que el PP "será la garantía para que cualquier ciudadano que quiera enseñar en castellano a sus hijos pueda hacerlo", y criticó a los socialistas por no decir claramente "qué quiere hacer con la Caja Vital", antes de indicar que su silencio hace pensar "que nos la van a jugar". Ante esto, reclamó el voto de quienes han apoyado al PNV y "no quieren dejar de ser alaveses" y de los votantes del PSE que "no quieren que se negocie con ETA".

Rabanera, por su parte, aseveró que el PP va a ganar las elecciones del 9 de marzo porque "es gente con sentido común y buena gente y porque quieren a esta tierra, y eso significa querer al País Vasco y querer a España". "Echadnos una mano", pidió a los simpatizantes, y concluyó asegurando que trabajarán "con cabeza, con corazón y con alma" y que ganarán las elecciones.