Jefe del Grupo Colina niega la existencia del comando de aniquilamiento

Lima.-  El ex capitán Santiago Martin Rivas, presunto jefe del Grupo Colina que protagonizó las matanzas más emblemáticas del régimen de Alberto Fujimori (1990-2000), negó hoy la existencia de ese destacamento en el juicio que se sigue al ex presidente peruano por violación de los derechos humanos.

"Desde hace varios años, personas interesadas han venido fabricando un unipolio (...) llamado grupo Colina. En base a eso, ha sido utilizado durante años, durante más de una década, para atacar y denigrar a las Fuerzas Armadas que derrotaron al terrorismo homicida", declaró Rivas a la Sala Penal Especial.

Con estas palabras, Martin Rivas eludió su responsabilidad en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), por las que se juzga a Fujimori junto a los delitos de secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer.

Tras ser reprendido varias veces por el presidente del tribunal, César San Martín, para que fuera conciso y directo en sus respuestas, el ex capitán rechazó la existencia de documentos militares sobre la creación y operatividad de Colina, el grupo militar encubierto más polémico de la reciente historia de Perú.

Aunque todos los indicios apuntan a que el creador de Colina fue el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, bajo el visto bueno de Fujimori, fue Martin Rivas quien dirigió las operaciones del grupo, de acuerdo a las investigaciones judiciales.

Durante su largo testimonio, el ex militar negó hoy sus vínculos con Fujimori, aunque reconoció que fue felicitado en 1991, junto a otros militares, por el ex mandatario por sus labores de inteligencia que supuestamente permitieron la posterior captura del fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.

Martin Rivas, encarcelado desde 2002, también negó haber confesado al periodista Gilberto Hume que Fujimori y el ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Nicolás de Bari Hermoza Ríos (1991-98), le hubieran solicitado que se sometiera a un juicio militar a cambio de una posterior amnistía.

Precisamente, Hume testificó la semana pasada que Martín Rivas le había hecho ese pedido para mitigar la presión política e internacional de aquel momento.

Sobre otra entrevista que ofreció en 2001 desde la clandestinidad al periodista Umberto Jara, autor del libro "Ojo por Ojo, la verdadera historia del Grupo Colina", Martin Rivas dijo que sus declaraciones fueron parte de "ensayos de entrevistas o interrogatorios", pero no eran totalmente ciertas.

En aquel momento, Martin Rivas señaló que Colina no era "un grupo de militares locos que actuaban por su cuenta" y que "Fujimori, Montesinos y Hermoza tomaban las decisiones".

Paradójicamente estas entrevistas fueron las que le pusieron en la mira y el motivo por el que su declaración, como testigo de la Defensa de Fujimori, fuera una de las más esperadas dentro del macroproceso que se sigue contra el ex presidente.

Hoy contradijo los testimonios de otros ex Colina, víctimas y testigos, quienes asegurado en los últimos meses que el ex capitán lideró el comando en las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta.

Entre los testimonios ofrecidos hasta ahora, el ex miembro de Colina Pedro Supo Sánchez señaló que el escuadrón de aniquilamiento ensayó ocho veces la matanza de Barrios Altos bajo la conducción de Martin Rivas, mientras que otros integrantes del grupo, como Carlos Pichilingüe, negaron su existencia.

Las versiones contradictorias se deben a que los ex Colina han sido sometidos a "presiones y amenazas", según el fiscal Supremo, José Peláez.

Los integrantes de Colina fueron condenados en 1994, pero excarcelados un año después por una ley de amnistía que benefició a las fuerzas del orden que incurrieron en "excesos" durante la lucha antiterrorista.

Volvieron a ser detenidos tras la caída del régimen, en 2002, después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos responsabilizara al Estado de los crímenes.

Por los casos de Barrios Altos y La Cantuta, Martin Rivas puede ser sentenciado hasta a 35 años en prisión, mientras que el ex presidente, acusado de ser "autor mediato", afronta una pena de 30 años.