Ayesa cree que pagar a ETA es una debilidad e induce a posteriores extorsiones

Bilbao.-  El presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, José Manuel Ayesa, consideró hoy en Bilbao que ceder ante el chantaje económico de ETA es entendido por la organización terrorista como una muestra de debilidad del afectado, lo que le puede hacer víctima de nuevas extorsiones.

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(EFE)

El presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), José Manuel Ayesa.

Ayesa compareció en rueda de prensa junto a Ricardo Benedí, presidente de la Sociedad de Empresarios Vascos, un foro de opinión política creado a finales del año pasado, que cuenta con 25 miembros y cuyo objetivo es hacer oír la voz de los empresarios fundamentalmente ante el acoso de ETA. La reunión con la dirección de la patronal navarra ha sido, tras la presentación, su primer acto oficial.

Ambos, que a preguntas de los periodistas se refirieron a la supuesta "nueva oleada" de cartas de extorsión de ETA, negaron que este chantaje se produzca en forma de campañas y aseguraron que la llegada de cartas es continua.

Ayesa recalcó, sin embargo, que el número de cartas recibidas ha crecido de forma sustancial en las últimas semanas, al igual que el importe exigido.

Benedí, quien reconoció haber recibido cuatro cartas de este tipo en los últimos dos años y medio, llamó a los empresarios a no ceder al chantaje, porque "es inmoral" ya que ese dinero se va a utilizar "para comprar armas, pagar comandos y matar a otro".

Ayesa subrayó que, aunque el pago del chantaje es "condenable desde el punto de vista ético y penal", es comprensible y respetable en lo personal. En todo caso, subrayó que solamente el hecho de tratar de ponerse en contacto con la banda para negociar el pago es entendido por la organización terrorista como "una debilidad" que posteriormente "explota de forma manifiesta".

"ETA no exime de pagos posteriores a quienes sucumben a la extorsión; los signos de debilidad sitúan a la víctima en el punto de mira de la banda", remarcó.

Tanto Ayesa como Benedí se mostraron críticos con la discreción histórica que han mantenido los empresarios vascos y navarros y algunas de sus organizaciones patronales ante la extorsión, lo que, a su juicio, ha llevado a que se le dé poca importancia a este fenómeno e incluso a que, en ocasiones, la autoridades le resten trascendencia.

Benedí explicó que había querido mantener la primera reunión oficial con la Confederación de Empresarios Navarros, entre otros razones, como reconocimiento a la labor de "responsabilidad" desempeñada por su presidente, que "ha denunciado en todo momento la extorsión de ETA", también "en los momentos en que otros callaban" (en referencia al periodo de tregua).

Insistió en que la SEV es un foro de opinión, "constitucionalista y estatutista", y no una organización patronal, desde el que también se pretende dar respaldo a quienes sufren las amenazas de ETA: "que sepan que no están solos".

Se mostró contrario al denominado "Plan Ibarretxe" y a una hipotética consulta autodeterminista, por el "peligro de desestabilización" que conlleva. En esta línea, recordó que Euskadi vende el 70% de su producción en el resto de España. "Yo jamás reñiría con mis mejores clientes", argumentó.

También rechazó cualquier proceso de negociación con ETA, "que no es aceptable moralmente", ya que ETA pretende poner sobre la mesa sus 850 asesinados, "lo que es repugnante", y exigir que se acepten "el 100% de sus condiciones".