Cien años de Marga Gil, la escultora que se suicidó enamorada de Juan Ramón

Madrid.-  La escultora española Marga Gil Roësset nació hace un siglo hoy, 3 de marzo, con una salud muy débil y con "el alma fuera, el cuerpo dentro", como la describió el poeta Juan Ramón Jiménez, de quien ella se enamoró platónicamente y por quien se suicidó a los 24 años.

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(EFE)

Ilustración del cuento "El niño de oro" (1920), realizada por la escultora Marga Gil Röesset. Roësset nació hace cien años un día como con una salud muy débil y con "el alma fuera, el cuerpo dentro", como la describió el poeta Juan Ramón Jiménez, de quien ella se enamoró platónicamente.

"Marga Gil se inmoló por un poeta", señaló a Efe en una entrevista su sobrina la fotógrafa y poetisa española Marga Clark, y éste fue el Premio Nobel de Literatura 1956, Juan Ramón Jiménez (1881-1958), a quien conoció indirectamente, ya que Marga, junto con su hermana Consuelo, eran admiradoras de su esposa, Zenobia Camprubí, por ser traductora del poeta bengalí Rabindranath Tagore.

Las dos niñas crecieron en un ambiente ilustrado y fueron educadas en casa bajo la tutela de su madre, Margot Röesset, que les premiaba por crear cuentos ("El niño de oro", "Rose des Bois" y "Canciones de niños y de mamás") y las instruyó -en la España de principios del siglo XX- para ser cultas, hablar cuatro lenguas, viajar, visitar museos y asistir a conciertos de música clásica.

Y fue en un recital de ópera cuando Marga y el matrimonio fueron presentados por la austríaca Olga Bauer-Pilecka y, a partir de este momento, ella se ilusionó con esculpir los bustos de ellos. En el transcurso de la creación del busto en piedra de Zenobia, "Marga se enamoró platónicamente de Juan Ramón Jiménez", aunque "sabía que no podía vivir ni con él, ni sin él", indicó Marga Clark.

Marga Gil Röesset (1908-1932) era una niña prodigio y autodidacta y se la ha llegado a comparar por la calidad de sus trabajos con la escultora francesa Camille Claudel, amante del también escultor francés Auguste Rodin.

El escultor palentino Victorio Macho dijo de ella que era "una artista de un talento extraordinario", e incluso, se negó a enseñarla por no "estropearla", apuntó la fotógrafa.

Con 22 años, Marga Gil Röesset presentó su aclamada obra "Adán y Eva" en la Exposición Nacional (1930) y esto confirmó la tesis del crítico de arte José Francés, quien ya había escrito que "la crítica, los profesionales, la ignoran. Y, sin embargo, ES. De ahora en adelante, cuando se hable de la escultura española, hay que citar el nombre de Marga y el arte de Marga". ("La Esfera", 17 de agosto de 1929).

Pero "no sabemos -afirmó su sobrina- el lugar que podría haber ocupado en la Historia del Arte", ya que Marga Gil Röesset horas antes de suicidarse acudió a su estudio para destruir sus esculturas de granito y madera, aunque, entre ellas, salvó el busto acabado de Zenobia, que lo cubrió con un trapo negro.

Este acto, que tuvo lugar en la trágica mañana del 28 de julio de 1932, fue el inicio de su fin a la edad de 24 años. Como narra Marga Clark en su novela "Amarga Luz", Marga Gil, posteriormente, acudió a la casa del poeta para legarle su diario, en el que había escrito la noche anterior: "En la muerte, ya nada me separa de ti, sólo la muerte, sólo la muerte sola".

Tras esto, se dirigió a una residencia de su tío Eugenio en Las Rozas (Madrid), dejó "tres cartas: a Zenobia, a su hermana Consuelo y a sus padres" y allí, con un revólver de su abuelo se pegó un tiro en la cabeza que no le causó la muerte en el acto, por lo que, "al final, estuvo Juan Ramón Jiménez en el hospital con ella", indicó Clark.

"El sentimiento trágico de la muerte de Marga ha dejado su impronta muy profunda en la familia", señaló la poetisa, y también, en el matrimonio de Zenobia y Juan Ramón Jiménez, que "guardaron el diario, sin decirle nada a la familia (Gil Roësset)".

Pero su sobrina -que adelantó a Efe que tiene entre manos codirigir con su hijo un filme sobre Marga Gil Röesset- indicó que no quiere "adoptar un tono acusatorio hacia Juan Ramón Jiménez, porque la verdad se la llevó (Marga) con ella", y tal vez "fue víctima del tiempo que vivía" o "notó la carga de ese talento, que a veces es muy pesada para su juventud, y a lo mejor pudo buscar una excusa".