Un acusado reconoce que se repartieron a medias el dinero de venta de 61 garajes falsos

Logroño.-  Uno de los acusados de estafa por la venta de 61 plazas de garaje falsas reconoció hoy en el juicio que los tres imputados se repartieron a medias el dinero, mientras que los otros dos aseguraron que sólo recibieron una pequeña comisión y que el resto del dinero lo entregaron a un contacto del Ayuntamiento.

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(EFE)

La Audiencia Provincial de Logroño juzga a tres personas como presuntos autores de un delito de estafa, acusados de timar 366.000 euros en la venta de 61 plazas ficticias de garaje del aparcamiento de Gran Vía de la capital riojana.

La Audiencia Provincial de Logroño celebró la primera sesión del juicio contra J.F.M.P., E.M.M. y O.F.F., a quienes la fiscal pide una pena de seis años de cárcel como presuntos autores de un delito de estafa, por timar 366.000 euros en la venta de 61 plazas ficticias del aparcamiento subterráneo de Gran Vía de Logroño.

Los hechos ocurrieron entre finales de 2005 y junio de 2006, cuando comenzó la construcción de este estacionamiento, adjudicada por el Ayuntamiento a la empresa "Estacionamiento Gran Vía Logroño S.L.".

El Consistorio decidió que el 85 por ciento de las plazas se adjudicarían por sorteo entre los residentes de la zona que cumpliesen determinados requisitos, mientras que la constructora vendería el 15 por ciento restante.

J.F.M.P., que entonces tenía 23 años, declaró en el juicio que se hizo pasar por un hijo del empresario de la construcción Gregorio Martínez y convenció a los otros dos acusados de que el Ayuntamiento había cedido un número de plazas como permuta por el trabajo realizado con unas máquinas en esta obra.

Primero contactó con O.F.F. -hijo del dueño de "Deportes Helios"- y éste "captó" a E.M.M. -propietario de las perfumerías "Marselect"- ya que ambos son "gente conocida del mundo empresarial" de Logroño.

Reconoció que "vendían falsamente" las plazas, por las que cobraban una señal de 6.000 euros a cada comprador, e insistió en que todo el dinero recibido lo repartían entre los tres.

Este acusado aseguró que E.M.M. era quien redactaba los contratos de compraventa y añadió que, a causa "de los nervios", se inventó que los responsables de todo eran Jacinto Pérez y Carlos Cuevas cuando declaró ante la Guardia Civil.

Por su parte, O.F.F. indicó que sólo recibió de este negocio unos 13.800 euros, además de la promesa de obtener una plaza gratis por su intermediación, y recalcó que sólo se dio cuenta de que todo era una estafa cuando fue detenido por la Guardia Civil.

Recalcó que todo este asunto tenía "más credibilidad" al estar los dos comerciantes, que eran "muy conocidos" en la ciudad, y que el único documento que vio fue una hoja de permuta de las plazas con el sello del Ayuntamiento y un gran plano de los garajes que mostraban a los compradores.

Insistió en que J.F.M.P. les decía que el dinero que recibían de los compradores se depositaba en una valija en el Ayuntamiento.

El otro acusado, E.M.M., afirmó que recibió entre 5.000 y 6.000 euros y dos plazas gratis "en compensación" por su trabajo, que consistía en recomendar la compra de estas plazas a sus allegados.

No le pareció "extraño" que el otro acusado pudiese vender esas plazas, a pesar de que los medios de comunicación locales publicaron varias noticias sobre la adjudicación por sorteo de los garajes, cuyo precio ascendía a 24.297 euros más IVA.

Tampoco se preguntó porqué depositaba el dinero en la valija del Ayuntamiento si los garajes se habían cedido a la empresa del padre del acusado y justificó el "precio tan bueno" (12.000 euros por una plaza en pleno centro) en que J.F.M.P. quería quitárselas de encima para no tener que pagar las escrituras.

Gracias a su popularidad, E.M.M. logró vender plazas a su propia hermana, su consuegra y a tres cuñados (hermanos entre sí) de su hermano, quienes se fiaron de él y "sus socios" sin ver papeles por la relación de "confianza".

El constructor adjudicatario de la obra, José Martín, declaró que sólo conocía a O.F.F. de la tienda de su padre, mientras que el ex concejal de Movilidad de Logroño, Alberto Guillén, afirmó "desconocer" si pudieron hacerse con unos planos del garaje en el Registro del Ayuntamiento.

Un hombre que les entregó 180.000 euros a cambio de 30 plazas aclaró que lo hizo porque conocía a las familias de E.M.M. y O.F.F. "de toda la vida" y le inspiraban "confianza", a pesar de que no vio ningún documento oficial

Este estafado, propietario en las últimas décadas de numerosos negocios como salas de bingo y una discoteca, añadió que no contó con ningún asesor legal en la operación y que sólo firmaba una de las hojas de los contratos.

También implicó a todos en la estafa, ya que los tres recogían el dinero.

El ex socio de este hombre, actual propietario de la discoteca "Sarao", adquirió 14 plazas (diez para su familia y cuatro para unos amigos), reconoció que el contrato era "bastante escueto y peregrino", pero se fió por la relación de amistad que le unía a E.M.M..

Tampoco le extrañó que le prometieran la devolución de los 6.000 euros de cada plaza en la Notaría, donde cada propietario debía aportar los 6.000 restantes antes de escriturar.