La comunidad judía en América Latina se ha reducido casi en una tercera parte

Jerusalén.-  El número de judíos en América Latina se ha reducido casi un treinta por ciento en los últimos cincuenta años debido a factores sociales económicos y políticos que lo han situado en sólo 400.000 en la actualidad.

ampliar foto

(EFE)

Imagen de un miembro de la comunidad judía en la República Dominicana.

"Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se acabaron más o menos las fuertes migraciones desde Europa y desde Oriente Medio hacia América Central y Sur, la población judía ascendía a entre 500.000 y 600.000. Ése fue el período de máximo esplendor en América Latina", dice a Efe el demógrafo israelí Sergio Della Pergola.

De origen italiano, este profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén estudia desde hace décadas las tendencias demográficas judías en el mundo, un campo relativamente desierto de investigadores, incluso en Israel.

Sus estudios le han valido en círculos periodísticos y académicos el título de "demógrafo por excelencia" y no es extraño ver su nombre en todo tipo de documentos relacionados con la situación de la comunidad judía en el mundo.

"En América Latina hay una disminución sostenida debido a dos factores: un crecimiento vegetativo negativo pronunciado y una progresiva emigración", explica.

Sin precisar la incidencia de cada uno de ellos en el descenso general de la población hebrea en los países latinoamericanos, Della Pergola, de 66 años, afirma que, como en toda sociedad occidental, también las familias judías tienen ahora menos hijos, "menos incluso que el promedio de los países en los que viven".

En cuanto a la emigración, esta comunidad está sujeta a los mismos avatares que sus conciudadanos en cualquier parte del mundo y, por tanto, opta por dejar su país ante "circunstancias políticas y económicas que afectan a la población general".

En este sentido, el investigador recuerda la masiva salida de ciudadanos de Argentina, entre ellos numerosos judíos, durante la llamada "crisis del corralito" a partir de 2001.

De la misma forma que numerosos descendientes de españoles o italianos trataron entonces de reactivar la nacionalidad de sus padres para establecerse en Europa, muchos judíos aprovecharon la posibilidad de hacerlo en Israel.

Unos 100.000 emigrantes de países hispanohablantes, sobre todo de Argentina y Brasil, se han radicado en Israel desde su creación en 1948.

A pesar de ello, en esos dos países están las dos comunidades judías más numerosas entre las de lengua castellana, con unos 200.000 y 120.000 miembros, respectivamente.

Israel y Estados Unidos siguen siendo los destinos preferidos de las comunidades judías que viven entre México y la Patagonia aunque a esos dos países se ha sumado recientemente España.

El porcentaje de emigración depende de si las crisis locales vienen acompañadas de un agravante con incidencia particular en las comunidades judías, como puede ser una ola de ataques antisemitas que les anime aún más a hacer las maletas.

Es el caso, explica Della Pergola, de Venezuela, donde en los últimos años la comunidad judía se siente amenazada por el allanamiento de centros comunitarios por parte de las autoridades.

A largo plazo, un tercer factor puede reducir todavía más la comunidad hebrea latinoamericana: el creciente nivel de matrimonios mixtos, en el que sólo uno de los cónyuges es judío.

Según distintos estudios, el promedio de estos enlaces en América Latina supera el 40 por ciento, y una parte de sus descendientes acaba desvinculándose de la identidad judía.