Las redes sociales se van de cañas

MADRID.-  Desde las espontáneas kdd's de los canales del IRC Hispano ha pasado mucho tiempo, pero los usuarios siguen organizando encuentros 'físicos' alrededor de las comunidades virtuales de la web 2.0. Eso sí, hoy se han convertido en eventos donde empresas y políticos invitan a cañas a cambio de un par de minutos de atención.

Mauro Fuentes (Flickr)

Reunión de los usuarios de Twitter en Madrid (Twittmad)

Facebook, Tuenti, Myspace... las redes sociales, donde los usuarios toman el control y tienen la palabra, están de moda. Sin embargo, el fenómeno de la participación ciudadana no ha nacido con la web 2.0: desde el despegue de Internet, las personas se han ido organizando y relacionando entre ellas. El fruto natural de las comunidades son las 'KDDs' (quedadas) de Internet, reuniones informales donde poner cara a quien se conoce por su 'nick'.

En España, comenzaron con las 'News' y siguieron con los canales de chat de las redes de IRC. Quienes lleven más de 8 años conectados a la red y participando activamente en ella recordarán o habrán asistido en algún momento a uno de estos encuentros. Canales temáticos como #cine, #poesia, o aquellos dedicados a regiones y países dieron alas a un fenómeno que se extendió rápidamente. La excusa es tener un tema en común para conocerse y entablar relaciones. Mi primera 'kdd' fue en el año 1998 en Madrid, con los usuarios del canal #cine del IRC-Hispano.org, donde conocí a muchas personas que con el paso de los años se han convertido en amigos.

Sin embargo, como en todas las modas, los internautas migraron sus charlas desde las salas del IRC a otros servicios. El portal generalista Ozú comenzó organizando encuentros de sus usuarios más implicados, y desde hace un par de años ha reciclados estos encuentros en la celebración cada 25 de mayo del día del Orgullo Friki, recogiendo así una iniciativa surgida en la red. También los foros son un caldo de cultivo de este tipo de reuniones periódicas.

De Santiago de Compostela a Tokio

Con la llegada del fenómeno blog se empezaron a realizar por España desde 2003 los Beers & Blogs, que organizaba el profesor José Luis Orihuela en aquellos lugares a los que asistía por su trabajo académico. Recuerdo como una de las más numerosas, la organizada en Santiago de Compostela en diciembre de 2004, con motivo de un Congreso de Periodismo Iberoamericano. Desde hace un par de años, el experto en relaciones públicas Octavio Rojas ha estado organizando de forma mensual este tipo de encuentros en Madrid.

Pero la última moda ya no son las reuniones de bloggers. Bajo el éxito del fenómeno Twitter entre los usuarios más activos, unos argentinos afincados en Madrid han ido dando forma a los conocidos como Twittday, donde los aficionados a este servicio se conocen y toman unas cañas. El primero, Twittmad, se empezó a celebrar en Madrid, pero con el paso de los meses se han ido añadiendo más personas y ciudades, de forma que se han lanzado encuentros en Barcelona y Sevilla. Incluso se está organizando el primer encuentro de usuarios en Japón, gracias a la mediación de un blogger español que reside en Tokio.

Empresas y políticos al acecho del influyente

Tener reunidos a tantos usuarios influyentes y bloggers en un entorno jovial alrededor de una cerveza es una situación tan atractiva que no ha escapado de avezadas empresas que ven una forma de dar a conocer sus servicios. Beers & Blogs y Twittday no son eventos patrocinados, pero algunas empresas como Wikio se pelean por invitar a los asistentes a cervezas a cambio de dos minutos para presentar su producto. ¿Extraño? Pues algunos emprendedores han llegado a regalar tangas como técnica de guerrilla para difundir sus servicios online. En el último Twittmad, celebrado el martes pasado, se sortearon dos entradas para la próxima Campus Party.

Y no sólo las empresas. También políticos como Rosa Diez (cabeza de UPD) o Miguel Sebastián (candidato a la alcaldía de Madrid por el PSOE en las pasadas elecciones municipales), se han acercado a encuentros como el Beers & Blogs para dejarse ver y conectar con un sector de la población muy activo.