Victoria "histórica" del PSOE, que el PP ve un empate, se lleva por delante a Unitat

Palma.-  Los socialistas han insistido hoy en que los resultados electorales que lograron ayer son una victoria "histórica", en contraposición al análisis de los populares, quienes entienden que se dio un empate técnico en las islas, donde el PSM da por muerta la coalición Unitat y EU-EV se queja de la ley electoral.

La satisfacción de los socialistas la ha confirmado su secretario general y presidente de Baleares, Francesc Antich, quien ha manifestado que los resultados refuerzan el trabajo del Govern e implican el contar "con un gobierno del mismo color político en Madrid", lo que "beneficiará a los ciudadanos".

Sin embargo, la victoria socialista -por solo 366 votos a falta de que se cuente el voto del Censo de Residentes Ausentes- ha sido para los populares un "empate técnico" entre PP y PSOE, según el secretario general del PP balear, José María Rodríguez.

Rodríguez, tras asistir a la concentración celebrada en la plaza del Ayuntamiento de Palma en recuerdo al ex concejal socialista asesinado por ETA, ha afirmado que "habrá que sacar las conclusiones que sean necesarias" de los resultados que mañana analizará la junta directiva regional del PP balear.

Ambas posturas, las de populares y socialistas, contrastan con las mantenidas por los partidos menos votados, quienes han coincidido en denunciar la "bipolarización", cada vez más marcada, del voto en España.

La primera víctima de ese bipartidismo ha sido la coalición Unitat per les Illes integrada, fundamentalmente, por PSM-EN y UM, al considerar los primeros que el objetivo -un diputado en Madrid- para el que fue creada "esta fórmula" no ha sido logrado y, en general, que los resultados han sido "malos".

No obstante, el PSM ha respaldado a su compañero de partido y ex candidato de Unitat, Pere Sampol, como senador autonómico no electo, quien ha coincidido en señalar que la coalición no logró calar en el electorado.

Las elecciones han sido también negativas para EU-Ev, cuyo líder, Eberhard Grosske, ha señalado que los resultados para su coalición han sido "claramente insatisfactorios" y ha denunciado no ya el bipartidismo -contra el que su partido luchó durante la campaña- sino la ley electoral.

Grosske ha explicado que aún así es optimista y considera que, en Baleares, hay un espacio "para la izquierda transformadora".