César Vidal atribuye la destrucción del patrimonio religioso en los años 30 al odio a la religión

Toledo.-  El historiador y periodista César Vidal aseguró hoy que la ingente destrucción de patrimonio religioso en España durante los años 30 se produjo en el marco de una persecución "extraordinariamente trágica" y de "odio religioso" y no debido a operaciones militares, como algunos han querido hacer ver.

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(EFE)

El cardenal primado de España y arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares (i), ha inaugurado hoy la exposición "Toledo. Ciudad mártir, 1936" que muestra más de cien fotografías conservadas por el Arzobispado.

Vidal hizo estas consideraciones en una conferencia ofrecida este mediodía en la Sala de Concilios del Arzobispado de Toledo, previamente a la inauguración de la exposición "Toledo. Ciudad mártir, 1936", a cargo del cardenal arzobispo de Toledo y Primado de España, Antonio Cañizares.

El también escritor madrileño habló sobre los efectos que la persecución religiosa de los años 30 tuvo sobre la destrucción del patrimonio artístico y cultural de España, sin que las autoridades, ni el Frente Popular ni el Gobierno republicano, hiciesen nada por evitarlo.

El periodista de la Cadena Cope subrayó que la destrucción de iglesias en España "no tuvo nada que ver con operaciones militares", como ocurrió en otros países de Europa como Alemania o Polonia, sino que se produjo "en el marco de una persecución religiosa extraordinariamente trágica, que empezó a los pocos días de proclamarse la II República", con la primera quema de iglesias.

Refiriéndose al periodo de la Guerra Civil, significó que de las 38.000 iglesias y capillas que había en España en 1936, 20.000 ya habían sido destruidas a comienzos de 1937 y, entre los numerosos ejemplos que puso de los destrozos causados en las diversas diócesis españolas, destacó la de Barbastro, donde más de 200 iglesias "fueron saqueadas, profanadas o quemadas de raíz".

Aludió también a los daños provocados en los bienes de carácter mueble de las iglesias y, en ese contexto, subrayó los 765 retablos y las 3.217 piezas de imaginería destruidas en la Diócesis de Santander, así como las 300 esculturas -20 de ellas de Salzillo- y más de 500 cuadros de firmas reconocidas, dañadas en Lorca.

César Vidal resaltó que, "junto a la destrucción de lugares de culto y la profanación de bibliotecas, retablos y pinturas, se produjo un ensañamiento muy claro, como demuestran los fusilamientos de las imágenes de Cristo" o las amputaciones de las imágenes, que suelen aparecer con las manos o piernas cortadas y sin ojos.

En este sentido el historiador y escritor madrileño destacó que en la exposición "Toledo. Ciudad mártir, 1936" se ve "muy bien" este aspecto de "ensañamiento", que, lógicamente, ha quedado relegado a un segundo plano "ante el hecho -recalcó- de los 6.000 religiosos y sacerdotes fusilados en esa época en España".