La nueva economía

Solbes tiene los días contados. Y Pizarro es historia. En estos tiempos políticos convulsos, donde todos dicen lo que no piensan y piensan lo que de momento callan, el ministro de economía socialista ha encontrado un sustituto de garantías.

J.C.Hidalgo (EFE)

TVE ha obtenido beneficios por primera vez en años.

Y es que, coincidiendo con el éxito de Rodolfo Chiquilicuatre, el presidente de la corporación RTVE saca pecho: en 2007 la televisión pública española "no le ha costado ni un euro a los ciudadanos". Es más, obtuvo unas ganancias de 18,4 millones de euros. Es decir, que si todo sigue así, es posible que dentro de muy poco empiecen a repartir beneficios. Sumen el talón de TVE a los 400 euros de Zapatero y tendrán lo más granado de la gestión económica socialista.

Chiquilicuatre le está viniendo de perlas a muchos pelagatos. ¿Escribes una columna que no lee nadie? Compara a Rajoy (o a ZP) con el Chiquilicuatre y estarás en boca de todos. ¿Tienes un blog que es una mala imitación de otro? Escribe de Chiquilicuatre y ese día tus visitas no serán tan patéticas como de costumbre. ¿Eres un tertuliano tendencioso? Relaja tu discurso malintencionado y sectario haciendo una bromita con el Chiquilicuatre.

Pues de la misma forma en que el Chiquilicuatre disimula multitud de ausencias de talento, el balance del primer año de la Corporación RTVE parece querer justificar la mezquindad del proceso de reforma. Sobre todo porque no hay nada más tendencioso y miserable que medir una empresa pública con la misma regla que una empresa privada: TVE no tiene por qué obtener beneficios. Es más, si tiene beneficios… malo.

En una televisión pública, los beneficios no son necesariamente sinónimo de buena gestión. Los beneficios son el fin de las televisiones privadas. En una televisión pública deberíamos considerar buena gestión no tirar el dinero, por supuesto, pero sobre todo conseguir un gran nivel de servicio público. Y una calidad en la programación de la que sentirnos orgullosos.

Luis Fernández, presidente de RTVE, cree que el supuesto éxito económico de esa gestión es fruto de "la eficacia y la austeridad". Yo creo que también tendrá algo que ver el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que finalmente afectará a 4.150 trabajadores de la cadena pública. Una limpia en toda regla, con miles de jugosas liquidaciones que no salen de la caja de TVE. Caja abierta, eso si, para los sueldos de los nuevos fichajes, en su mayoría ejecutivos (¿Cuántos?) de diferentes pelajes y nóminas.

El director general corporativo, señor Gaiteiro (sic), va más lejos y asegura que buena culpa de este éxito económico lo tiene "la apuesta por la producción propia" y "la introducción de una nueva cultura empresarial". Gaiteiro (sic) se refiere sin duda a 'Amar en tiempos revueltos (Diagonal TV)', 'U.C.O. (Grupo Ganga)', 'Fago' (ElMundoTV), 'Identity' (Endemol), 'La señora' (Diagonal TV) y tantos y tantos ejemplos de un nuevo concepto de producción propia que consiste, a ver si ustedes me entienden, en comprar los programas a productoras privadas. Hasta 'El camino del Cid', serie que se estrena el próximo martes en La 2, es obra de una productora externa: Sateco Documentalia.

Una grandiosa lección de gestión pública. Todo un master en economía que, gracias a su "nueva cultura empresarial", nos sirve para dar por zanjado el viejo y escabroso tema la televisión pública española. Después de décadas de sinsabores y dudas, de ineptitud y fracasos, podemos decir con orgullo que ese barco ha llegado a puerto. Se ha culminado la gloriosa reforma. Todo está arreglado: ¡TVE obtiene beneficios!

El siguiente paso es empezar a ganar dinero con la sanidad y la enseñanza…

Un motivo para no ver la televisión

Mal de piedras.
Autora: Milena Agus
Editorial: Siruela.

Como las piedras que ruedan por el cauce de un río, los personajes de esta novela breve e intensa viven sus propias vidas, pero no pueden evitar golpearse contra las de los demás. La escritora genovesa Milena Agus pone en boca de una nieta de inagotable curiosidad, la historia de varias generaciones de una familia difícil, compleja e inolvidable. Y de su abuela, una mujer que, como todas las de la Cerdeña de 1913, intenta mantener los lazos que atan por encima de la guerra, el desamor y el destino. Pero sobrevivir no es lo importante. Lo importante es soñar. Es ahí cuando aparece El Veterano, con su amor tardío y perfecto…

Un libro que huele a tomates secos, a ese Mediterráneo calido y sensual, y que triunfa en toda Europa pese a estar bien escrito.