Tibetanos en España: "Todos quieren quedar bien con China"

MADRID.-  El Tíbet es otro de los conflictos que le ha estallado a China en las manos cuando quedan pocos meses para que empiecen los Juegos Olímpicos. Spielberg abrió la veda renunciando a organizar la ceremonia de apertura y pronto se han multiplicado las voces contra el gigante asiático. Con todo, la respuesta de la comunidad internacional se hace de rogar. Impotentes, los afectados denuncian el doble rasero. Las protestas han llegado a España, donde viven 80 tibetanos.

Leonardo Faccio

Thubten Wangchen, director Casa del Director de la Casa del Tibet, defiende su causa desde Barcelona.

Al principio le cuesta reconocerlo, pero lo tiene muy claro. Thubten Wangchen, director de la Casa del Tíbet de Barcelona y uno de los mayores líderes tibetanos que viven en España cree que la mayoría de los países no se atreven con China por su importancia económica. "Quieren quedar bien con China porque hay mucho negocio, aunque nadie está contento con China por los derechos humanos", asegura. No puede ocultar su ansiedad. Ni siquiera detrás del espíritu estoico que caracteriza a los monjes budistas.

Es una denuncia en toda regla, como lo es su reclamo de atención por parte de las autoridades y la comunidad internacional. Wangchen se queja de que sólo se arme revuelo cuando suceden cosas como las que ocurren desde la semana pasada en el Tíbet, donde la Polícia china ha reprimido con dureza las manifestaciones de los monjes tibetanos contra la ocupación, coincidentes con el 49 aniversario del exilio del Dalai Lama, que vive en la India. "No he parado en toda la semana", explica. Lo agradece, pero preferiría que el conflicto no cayera en el olvido, como ocurre tantas otras veces en otras regiones del mundo.

Wangchen recuerda que el problema del Tíbet comenzó hace 49 años y no la semana pasada, cuando la tensión en la zona llegó a su punto álgido. También recuerda que la independencia no es el fin último del Dalai Lama y sus seguidores. "Queremos armonía, vivir en paz entre chinos y tibetanos", asegura.

La información que llega a España

Según Wangchen, los activistas tibetanos no se manifestaron con violencia como ha querido hacer ver el Gobierno chino. Aunque le separan miles de kilómetros de su tierra, el líder tibetano explica la información que le va llegando de allí. "Es verdad que los monjes tenían piedras y que tiraron piedras a la Policía y a los comercios, pero no estaban armados", asegura. Según su versión, "el que realmente estaba armado era el ejército chino, que llegó a dispersar las manifestaciones con tanques y armas". Así, las fuentes tibetanas contabilizan 89 muertes reales con nombres y apellidos".

Por otro lado, niega que haya habido un intento de boicotear los Juegos Olímpicos que comenzarán en agosto en Pekín. Por el contrario, Wangchen asegura que toda la comunidad tibetana es muy partidaria de que China sea el anfitrión de este evento, como ha manifestado su máximo líder en varias ocasiones, ya que ven esto como una oportunidad para que el gigante asiático haga los deberes en materia de derechos humanos.

Sin embargo, aunque los Juegos están cada vez más cerca, el director de la Casa del Tíbet asegura que lo ocurrido en los últimos días "demuestra que no han mejorado los derechos humanos en la región". Para los tibetanos, sería bueno que la comunidad internacional pudiera visitar su territorio y "comprobar con sus propios ojos" lo que pasa allí.

El líder tibetano ha anunciado que pronto se comunicará con las instituciones. Además de la concentración que ha tenido lugar esta tarde delante del consulado chino en Barcelona, Wangchen tiene previsto acudir a los organismos oficiales de promoción de los derechos humanos en España. "Podría ser mañana mismo", asegura, aunque no tiene muy claro con qué se encontrará.

De hecho, la postura de la comunidad ha sido de lo más ambigua durante el medio siglo de lo que los tibetanos llaman la ocupación china. Todos piden calma al Gobierno del país asiático, pero no se ha iniciado ninguna actuación. España no es menos. ¿Su postura? La de la Unión Europea. Y eso que la Unión Europea no tiene una postura oficial sobre el Tíbet. En todo caso, se podrían pedir explicaciones al Gobierno chino para que mejore una situación dentro de su "integridad territorial".

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), por su parte, ha hecho un llamamiento a la moderación. La secretaria de Relaciones Internacionales del partido, Elena Valenciano, ha exigido a las autoridades chinas que demuestren su compromiso con la paz y la defensa de los derechos humanos frenando esta escalada de violencia. "Sin menoscabo de su integridad territorial, el gobierno de Pekín debe respetar los derechos de las minorías", señala. Al mismo tiempo, ha pedido que se permita la entrada de la prensa internacional a Lhasa (la capital del Tíbet).

Resistencia tibetana a miles de kilómetros

Actualmente hay 80 tibetanos en España, 60 de ellos en Barcelona, y el resto repartidos por otras provincias. La comunidad más importante es la que se agrupa alrededor de la Casa del Tíbet, en Barcelona, fundada por petición expresa del Dalai Lama, con la finalidad de promover la cultura y la espiritualidad tibetana. Su director, Thubten Wangchen, defiende que la asociación nunca ha tenido una misión política.

Wangchen llegó a España hace dos décadas para trabajar como traductor. Abrazó la religión cuando contaba con 16 años, después de doce años de exilio forzoso. Huyó junto a su padre y sus hermanos cuando tenía cuatro años. Cuenta que su madre murió en un campo de trabajo chino, después de la ocupación. Así, entró en el monasterio del Dalai Lama en Darhamsala (India), la capital de la región donde se ubica en Gobierno tibetano en el exilio.