La 'generación Olivetti' de Cuba tiene sus esperanzas en la generación bloguera

Eva González (Sin EVAsión), 'Guajiro Azul' (Retazos) o Yoani Sánchez (Generación Y) son la esperanza del nuevo periodismo independiente en Cuba. Así lo cree Raúl Rivero, uno de los 29 periodistas arrestados, justo hoy hace cinco años, en lo que se conoce como la 'Primavera Negra'. Estos jóvenes blogueros representan "una modernización del periodismo independiente, que conocen y manejan las herramientas de la tecnología, no como nosotros, que somos de la generación Olivetti".

Kote Rodrigo (EFE)

El escritor Antonio Muñoz Molina y el poeta y periodista cubano Raúl Rivero, durante la presentación del informe.

Fue precisamente este modelo de máquina de escribir lo que más se requisó aquella madrugada del 18 de marzo de 2003, cuando el mundo tenía puesta su atención justo al otro lado del mundo, en Irak. El régimen de Fidel Castro aprovechó para arrestar a 75 disidentes, 29 de ellos periodistas independientes, a los que acusaron de "subvertir el orden interno". Les requisaron sus artículos, sus notas en un bloc, sus libros prohibidos ('Rebelión en la granja' o '1984' de Orwell)... y les enviaron a pequeñas celdas de incomunicación durante meses.

Uno de ellos era Raúl Rivero, que pisaba por primera vez la cárcel a sus 58 años. Su 'osadía' de fundar la agencia de noticias independiente 'Cuba Press' le llevó a ser recluido durante un año y medio en una prisión de máxima seguridad. Ahora vive en España -donde colabora con el diario 'El Mundo'-, gracias a la presión internacional, y sigue luchando contra la dictadura de su país. A pesar del cambio en la jefatura del Estado, " continúa siendo muy difícil el ejercicio del periodismo independiente, incluso cualquier trabajo para los antiguos presos, que han pasado a formar parte de las 'listas negras', junto a sus familiares".

También fueron liberados, tras las gestiones del Gobierno español, los periodistas José Gabriel Ramón Castillo y Alejandro González Raga, que estaban gravemente enfermos. Cinco años después de ese episodio, en la isla ha surgido una generación de jóvenes blogueros que han comenzado a levantar la voz, aunque con las dificultades técnicas y la censura propias de un régimen "anquilosado en el pasado". Es el caso de Yoani Sánchez, autora de 'Generación Y', que logra actualizar una vez por semana su blog desde un cibercafé en La Habana, con gran esfuerzo económico (una hora supone un tercio del salario mensual de un cubano) y riesgo para su libertad.

Ahora el castrismo pos-Fidel presenta como aperturista la posible adquisición de un microondas o un DVD. Incluso promete facilitar el acceso a internet. "Son gestos hacia la comunidad internacional, sobre todo hacia España", señala Carlos Lauría, autor del informe 'La Larga Primavera Negra de Cuba', del Comité para la Protección de los Periodistas. Para él, que durante estos últimos cinco años se ha entrevistado con disidentes y familiares de presos, estas medidas son "retórica" si no van acompañadas de la verdadera apertura en el campo de la libertad de expresión.

Rivero es de la misma opinión. Las críticas que se pueden leer en algunos medios oficialistas "son hacia los propios ciudadanos, sobre problemas cotidianos como la delincuencia o la carestía de alimentos, pero nunca hacia las raíces del régimen y la cúpula del poder". Tiene, en cambio, esperanzas en el futuro próximo, y contempla el modelo de la transición española. "Es difícil identificar a los reformistas, porque si sacan la cabeza van a la cárcel. Pero seguro que hay gente en el partido comunista y en la dirección del Gobierno que quieren reformas", como ocurrió en España. "Por supuesto, yo no soy partidario de que cuando lleguen los cambios se cierren y prohíban medios y formaciones comunistas, pero también tienen que existir gentes de derechas, incluso de extrema derecha, como ocurre en todos los países".