Bendecir la casa, una tradición de Bolonia que gusta también a los no creyentes

BOLONIA (ITALIA).-  Din, dongggg... Llaman al timbre, abres la puerta y te encuentras con un cura que te sonríe alegremente y te dice: "Hola, buenos días, ¿puedo pasar a bendecir la casa? Y tú piensas que el párroco te está tomando el pelo, que la vecina de abajo le ha llamado debido a la fiesta que organizaste ayer y los amigos que olvidaste en el portal o ¡Dios!, ¿ha llegado ya la hora?, nooo!!!

Emma Sánchez-Quiñones

Tranquilos, realmente se trata se una sencilla tradición italiana que aquí en Bolonia aún está vigente en Semana Santa. Los párrocos del barrio van a bendecir las casas de los ciudadanos boloñeses en Cuaresma. Esta costumbre se realiza desde tiempos inmemoriales cuando era misión de la iglesia visitar a las familias entrando en la casa de los fieles.

La bendición con el agua santa era antiguamente un rito supersticioso, se esperaba en casa a que llegara el cura con el ojo en el reloj y la mente proyectada en los nuevos hechos que acontecerían, sin hablar, sin reflexionar, era una práctica sacramental en las zonas rurales.

Ahora esta costumbre es acogida por los ciudadanos boloñeses con compresión y de manera positiva, incluso la gente menos creyente acepta esto como un acto de fe. Estos contactos pastorales con cada núcleo familiar vienen seguidos de un donativo por parte de alguno de los miembros.

Para algunos esta práctica está obsoleta ya que por tradición el hecho de 'limpiar la casa' era una superstición antigua que se debería eliminar debido a que actualmente carece de significado. Algunos párrocos piensan que hay que llevar a cabo nuevos métodos de diálogo con los fieles que busquen la reflexión de las familias para crear una red laica viva.

Sin embargo, aquí quien decide es el que habita en la casa, no importa si es una tradición obsoleta, si es un acto de fe o si debemos aprovechar la Cuaresma para dejar salir ese espíritu creyente.

No hay duda de que las tradiciones religiosas son las que dan vida a la Semana Santa... aunque sólo sea por unos días en paz.