Si crees que la familia de 'A dos metros bajo tierra' es disfuncional, prepárate para conocer a esta

'Fun Home' es el retrato de una familia tragicómica. Alison Bechdel es la autora de esta novela gráfica galardonada con numerosos premios y menciones. Además aparece en numerosas listas sólo reservadas a libros como la de los 100 mejores libros de 2006 del New York Times, la de los 10 mejores libros del New York Magazine o la de los 10 mejores del Times en el mismo año. ¿Qué tiene de especial este tebeo para recibir ese ansiado honor, obtenido por muy pocos, de que los críticos literarios lo equiparen a un libro?

Las respuestas a esa pregunta son variadas, y no todas tienen por qué ser satisfactorias, sobre todo para determinados amantes del noveno arte.

Empecemos primero por la forma. Como el lector habrá notado, hemos utilizado el termino 'novela gráfica'. Sí, indudablemente estamos hablando de un cómic, pero editado en un formato que se asemeja al libro. Además, está publicado por una gran y prestigiosa editorial que no suele editar cómics. El diseño, muy cuidado, se ha preocupado de ofrecer una portada en la que no se note demasiado que lo que hay en el interior es un tebeo. ¿Estoy siendo demasiado duro? El marketing es así, amigos.

Estudiemos ahora la obra en sí. Alison Bechdel, que es conocida sobre todo por una tira más o menos cómica de temática gay titulada 'Unos Bollos de cuidado', decide en 'Fun Home' enfrentarse de forma autobiográfica a los dos acontecimientos que marcaron su vida, y la de toda su familia: El descubrimiento de su homosexualidad y el oscuro secreto de su padre. Para ello, la autora no lo pondrá fácil, y recurrirá en su forma de narrar a continuos saltos en el tiempo, intentando hacer sentir al espectador lo que ella sentía en cada momento. Gráficamente se nota un esfuerzo, esta es su gran obra y pese a no ser una dibujante especialmente dotada, tiene oficio y cumple.

Llegamos entonces al meollo de la cuestión. El cómic, está lleno de citas literarias, la autora utiliza infinidad de paralelismos entre personajes literarios y los de su propia familia, impregna a toda la obra de un aire intelectual, que en ocasiones resulta excesivo y que desde luego, puede suponer un lastre (y un menor disfrute) para todos aquellos lectores que no sean tan apasionados de James Joyce, Marcel Proust etc… Y yo me temo que será esto lo que habrá llevado, precisamente, a los críticos de tan prestigiosos diarios y revistas a incluir este cómic en sus listas de libros. Esto y no los valores del cómic como tal, que sí, es valiente, evocador, profundo, pero también vacío en algunos momentos, y lento en otros. Y lo más sangrante es que pese a todo esto, no consigue emocionar, quizás porque esté más pendiente de la cita literaria que de intentar llegar al lector de una forma realmente honesta.