Cineflash

Un Cineflash particular con un 'no obituario' para Richard Widmark, recuerdo al actor que sólo morirá cuando lo haga en la pantalla. Además, una de polis y narcotraficantes.

'La noche es nuestra', de James Gray

Pues puede ser que sí, que sea de ellos. Es que, como está oscuro, no se ve para quién es la noche. Una pena, porque empezaba bien. Bobby, exitoso animador de salas de fiesta con novia portorriqueña y, muy probablemente, el tabique nasal de plomo ambos, se encuentra en el punto más alto, trabajando para un ruso madurete con familia. El problema es que hay en la familia ovejas negras y lo que Bobby no le ha contado a su jefe es que la familia de él son, padre y hermano, policías. La decisión de Bobby, sublime decisión, dará al traste con la verosimilitud y la película.

A propósito de Richard Widmark

(Ya son dos los caballos sin jinete)

Personalmente, no entiendo los obituarios. Ignoro el universo de 'Sostiene Pereira'. No puedo estar más lejos del mundo funerario de Ramón Gómez de la Serna que, por cierto, tiene estos días una estupenda muestra en Alcalá de Henares. La muerte no me interesa nada. Un placer conocerla, cuando llegue, pero entre tanto, estamos. La muerte no es otra cosa que el no estar. Esa manía de que el hombre moderno debería no ocultar a sus muertos, vivir en compañía de la muerte, me parece enfermedad morbosa. Si pudiera, desaparecería. Que no quedara rastro. Como si el cuerpo no hubiera existido. Empédocles fundido en el volcán, pero por otra causa (o por la misma: lo propio de la divinidad es carecer de materia corrompible). ¡Qué coñazo, la muerte! Escribí, sin embargo, una nota a Roy Scheider: sólo porque está vivo. Actores, directores, cámaras, guionistas. A Richard Widmark lo veo con frecuencia. Ha muerto Richard Widmark. Pero la única forma que tiene de morir Richard Widmark es en la pantalla. Cuando veamos una de sus películas y Richard Widmark muera en ella, glosaremos su muerte.

*Federico Volpini es nuestro crítico de cine.