La dimisión de opositores amarga el estreno en democracia de la "feliz" Bután

Nueva Delhi.-  Bután, un pequeño reino del Himalaya que hizo de la felicidad su gran causa nacional, se ha estrenado esta semana en democracia pero con amargura, tras la dimisión de los dos únicos diputados que obtuvo el partido perdedor de las elecciones del lunes.

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(EFE)

Un miembro electoral marca con tinta a un cuidadano butanés después de que ejerciera su derecho al voto en un centro electoral en el distrito electoral de Rikhey, en Sandrup Jongkhar (Bután), el lunes 24 de marzo.

El Partido Democrático Popular (PDP) apenas ocultó su incredulidad cuando se conocieron los resultados oficiales el pasado martes, que le otorgaban tres escaños frente a los 44 del Partido Virtuoso (DPT), pero en un principio acató el veredicto de las urnas.

La gota que, al parecer, colmó el vaso de los "populares" fue la pérdida de uno de los tres escaños tras un repaso del escrutinio, en el que la Comisión Electoral dijo haber detectado un "error" en la transcripción de datos recogidos por teléfono.

En una reunión de sus 47 candidatos el pasado viernes para elegir al que sería el líder de la oposición en el futuro Parlamento, el PDP decidió romper la baraja y poner en duda la limpieza de los comicios, primeros de la Historia del país.

El partido exigió a la Comisión Electoral que investigue "acontecimientos muy extraños" ocurridos en los días previos a la votación y que han podido alterar el sentido del voto, y sus dos diputados electos anunciaron que renunciaban a sus escaños.

De este modo, el PDP amenaza con frustrar la transición promovida por la Corona de una Monarquía absoluta que ha durado un siglo a una parlamentaria y multipartidista.

"Ahora mismo, todo el mundo cree que las elecciones fueron libres y justas, pero quizás no lo fueron, quizás los votantes fueron influidos durante los últimos dos días, cuando hacer campaña estaba prohibido", dijo hoy a Efe Tsering Tobgay, uno de los dos dimisionarios.

A sus 43 años, Tobgay abandonó hace más de un año su puesto como director del Departamento de Recursos Humanos para volcarse en la formación de su partido y fue el único de los "populares" que ganó por amplio margen al candidato "virtuoso".

"Thimpu se quedó vacía. Funcionarios, empleados del sector privado, taxistas, todos se marcharon a votar a sus pueblos", relató el candidato, para quien la Comisión Electoral debe investigar "qué mensaje" transmitieron en aquellos días al electorado rural.

Recordó que el Partido Virtuoso se había dedicado a "expandir el temor entre la población" haciéndola creer que si ganaba el PDP el país sufriría "grandes problemas".

El portavoz de los "virtuosos", Palden Tsering, dijo a Efe que su partido ha decidido no hacer comentarios sobre las denuncias del PDP y "esperar a ver qué decide" la Comisión Electoral.

Tobgay precisó que entenderá que su "dimisión" es aceptada si los requerimientos del PDP quedan sin respuesta de la Comisión, cuyo presidente, Dasho Kunzang Wangdi, consideró que los "populares" están dando ejemplo de ser "malos perdedores".

"Periodistas, observadores, todo el mundo ha podido comprobar la transparencia de las elecciones y todo el mundo es feliz con ellas", mantuvo Wangdi a EFE.

Pero Tobgay no lo es: "Me pregunto si las elecciones fueron libres y justas, si hemos dado los primeros pasos a una democracia honrada".

Y una fuente del Partido Virtuoso admitió que las dudas planteadas por el PDP son un acontecimiento "triste" para un país que inventó el concepto de Felicidad Interior Bruta (FIB) como auténtica medida de su riqueza.

Este peculiar PIB butanés se basa en una serie de principios de respeto del medioambiente y las tradiciones diseñado por el rey Jigme Singye Wangchuck, el mismo que decidió hace año y medio abdicar en su hijo, Jigme Khesar, e iniciar la transición a la democracia y la modernidad.

Progresivamente, los 640.000 súbditos butaneses ha ido saliendo del aislamiento y acostumbrándose a símbolos de la era moderna como la moneda y el teléfono, que les llegaron en los sesenta, o la televisión, permitida desde 1999.