Expresiones de afecto y sexualidad

La expresión del afecto es muy importante para los seres humanos, somos mamíferos y nos gusta el contacto. No hay más que ver como los gatos y los perros acuden en busca de caricias o a los monos en constante contacto físico.

M. A. Martín

Las sociedades humanas, al igual que lo hacen con la conducta sexual, regulan la expresión afectiva. Esto supone que no siempre sea fácil comunicar las emociones.

Siempre nos han llamado la atención las películas anglosajonas, donde los personajes apenas se tocan. Vemos cómo familiares o amigos que vienen de viaje, que hace mucho tiempo que no se han visto, tan sólo se limitan a inclinar ligeramente la cabeza en señal de saludo. En situaciones dramáticas dan ganas de colarse en la pantalla para abrazar y consolar a los desamparados protagonistas.

Hay personas a las que les cuesta mucho ofrecer muestras de afecto y cariño. En bastantes ocasiones, detrás de esa frialdad hay una historia. En terapia encontramos a algunas personas que vienen a consulta porque tienen dificultades sexuales y que comentan que nunca han visto a sus padres prodigándose muestras de cariño entre ellos. Incluso, tienen muy pocos recuerdos de contacto físico con sus progenitores. Casi siempre la consulta es porque su pareja, quien ha vivido en un ambiente más afectuoso, vive muy mal la falta de contacto.

Hay personas que se quejan de que su pareja es muy empalagosa, que siempre está encima y que a menudo reclama atención. Podemos ver cómo los niños, que son más espontáneos, huyen despavoridos ante los requerimientos afectivos de algún familiar o amigo pesado, que los apretuja y los besa, o que se limpian con el reverso de la mano el beso no deseado. Y es que todo tiene un límite y tanto es lo más como lo menos. Una pareja emocionalmente fría no es lo más estimulante, pero una pareja absorbente y pulposa tampoco. Y mucho menos si se juntan los extremos.

Es un hecho reconocido que las personas que expresan su afecto de manera saludable suelen ser más libres y espontáneas, tienden a contar con menos prejuicios y tienen una mayor capacidad para disfrutar del sexo y sentirse más felices en sus relaciones. Por eso, aprender a expresar las emociones de manera integral, incluyendo el contacto físico en las relaciones afectivas, supone un bagaje importantísimo en desarrollo psicosexual. La educación sexual de los hijos pasa por ofrecerles modelos afectivos eficaces para fomentar la comunicación y la convivencia.

¿Te resulta fácil expresar tu afecto? ¿En tu familia se expresa el cariño a través del contacto físico? ¿Has visto expresiones de afecto en tus padres? ¿Te parece que la expresión de los afectos tiene importancia en el desarrollo psicosexual? ¿Eres besucón o besucona? ¿Te molestan determinadas muestras de afecto? ¿Hay diferencias entre tú y tu pareja con respecto a las muestras de afecto que os dais?