Consultores ratifican una mayor inflación en Argentina y el descrédito de los datos oficiales

Buenos Aires.-  La inflación "real" de marzo en Argentina osciló entre el 2,5 y el 3 por ciento dentro de una tendencia creciente de pronóstico incierto, afirmaron hoy a Efe consultores al ratificar el generalizado descrédito de los datos oficiales.

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(EFE)

El argentino al que le sobra un peso en el bolsillo opta por darse un gusto en vez de ahorrarlo, porque no hay ninguna inversión que le gane a la inflación, aseguraron agentes del mercado de capitales.

Además de lamentar "el maquillaje" de las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en tela de juicio desde 2007, achacaron el alza de la inflación a políticas monetarias y fiscales que, a su juicio, provocan una "explosión" del consumo.

El argentino al que le sobra un peso en el bolsillo opta por darse un gusto en vez de ahorrarlo, porque no hay ninguna inversión que le gane a la inflación, aseguraron a su vez agentes del mercado de capitales.

La Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) calculó que la inflación "verdadera" alcanzó el mes pasado a cerca del tres por ciento -frente al 1,1 por ciento informado hoy por el Indec- por el impacto en los precios de los alimentos que tuvo la huelga y bloqueos de carreteras que durante 21 días hicieron cientos de miles de productores agropecuarios.

"Para abril será algo inferior al dos por ciento, ya que el impacto de las protestas se refleja más el mes pasado", apuntó Juan Bour, economista jefe de FIEL para quien Argentina empezó en 2007 una escalada del coste de vida del orden del 2 por ciento mensual.

Fausto Spotorno, de la consultora Ferreres y Asociados, sostuvo que la inflación "real" de marzo alcanzó al menos al 2,5 por ciento, "con la aclaración de que no se pudo constatar la variación de los precios de algunos productos que faltaban en el comercio" a causa de las protestas del campo.

En 2007 las consultoras calcularon que la inflación osciló entre el 18 y el 20 por ciento anual frente al dato oficial de 8,5 por ciento, mientras que los trabajadores del Indec, que denuncian la manipulación a la bajada de las cifras oficiales, sostuvieron que el coste de vida se disparó a más del 26 por ciento.

"¿Cómo puede ser que el ítem de alimentos y bebidas, renglón donde todos notan subidas de precios, crece mucho menos que otros de la canasta con la que el Indec determina el coste de vida?", se preguntó Bour al igual que lo hacen con alarma las asociaciones de consumidores.

Bour apuntó que a este ritmo la inflación de este año superará el 20 por ciento, mientras que Spotorno matizó que "habrá que ver qué pasa" con las tarifas de servicios públicos, que el Gobierno mantiene frenadas, entre otros factores.

"Con un precio local del petróleo fijado entre 45 y 50 dólares el barril frente a un valor internacional superior a los 100 dólares, cualquier ajuste de tarifas se va a sentir en la inflación", dijo el experto de FIEL.

"La demanda de bienes y servicios crece más que la oferta, que crece bien, a una tasa del ocho por ciento anual, pero no alcanza ante la explosión del consumo" por las políticas gubernamentales, subrayó Sportorno.

Destacó que el gasto público "aumentó un 45 por ciento" en 2007 y "la mayor parte" se decanta en el consumo, uno de los factores del crecimiento económico que muestra Argentina desde hace cuatro años.

Por decisión del Gobierno, el sistema de pensiones "sumó a 1,5 millones de afiliados a quienes no les alcanzaban sus aportaciones para jubilarse: toda esa masa de dinero se fue al consumo", apuntó el experto.

Los bonos de la deuda argentina que se ajustan por inflación, salvo los que van a caducar este año, se cotizaron a la baja en los últimos días después de las alzas que habían tenido en febrero.

"No hay bono con el que ganarle a la inflación, en el mejor de los casos la renta que se puede lograr es del 9,8 por ciento anual, que es el doble de la de títulos de EE.UU. pero la mitad del aumento del coste de vida en el país", aseguró el agente bursátil Jorge Alberti a Efe.

En el mercado de capitales de Buenos Aires "predominan los inversores institucionales" (fondos de pensiones, de inversión y aseguradoras), porque "en este escenario la gente prefiere gastar en vez de invertir sus ahorros", puntualizó.