Una sociedad guay

El hombre que ven en primer plano en la fotografía, tumbado en un banco, no es un indigente. Es mi amigo Paco, que reposa plácidamente en un parque de Arenas de San Pedro (Ávila) tras una copiosa comida. Está haciendo la digestión del queso del Tietar, el cochifrito y la botella de tinto que nos acabábamos de tomar. En segundo término, en el mismo parque, en otro banco, un indigente duerme desde hace horas con la cabeza apoyada en su mochila. Es decir, están ustedes viendo a dos personas durmiendo la siesta en un parque.

Paco tuvo mucha suerte esa tarde. Si fuese un personaje medianamente conocido, y por allí hubiese pasado un equipo de Telecinco, su siesta sería de dominio público y su reputación estaría por los suelos. Es posible que incluso tuviera que ofrecer una rueda de prensa para justificar su actitud. Y es que para los programas de esta cadena, mi amigo muy bien podría ser un fracasado que, abandonado por su familia, sin trabajo ni hogar, drogado, alcoholizado y agonizante, se habría derrumbado en plena calle, en una zona frecuentada por indigentes.

Algunos programas de televisión tienden a confundir términos, a mezclar conceptos y a etiquetar a las personas. Como ustedes pueden imaginarse, siempre se equivocan en la misma dirección. Son mucho más que un ejemplo de mala televisión. Son el cáncer de la televisión y, dada la repercusión del medio, de la sociedad. Daré nombres: 'El programa de Ana Rosa', 'Las gafas de Angelino', 'Está pasando'… Todos los espacios que, desde la hipocresía más bastarda, pisotean sistemáticamente los derechos de los ciudadanos. Generalmente, de los más débiles.

Los últimos ejemplos de sus campañas de acoso y derribo las tenemos en el marcaje realizado a actores como Terele Pávez o Andrés Pajares. Ambos perseguidos con saña por supuestos periodistas que, con la excusa de informar, explotan su imagen, alarman a familiares y amigos, y se enriquecen exhibiendo su vida privada y sus sentimientos.

Las cosas han ido tan lejos con Terele Pávez que, tras dos meses de humillación pública, la actriz ofreció ayer una rueda de prensa. En el programa de Ana Rosa conectaron en directo, y durante media hora, pese a no estar de acuerdo con que el acto se celebrase en una discoteca. "No sé, en el Círculo de Bellas Artes o la SGAE, hubiese tenido otro tono", dijo uno de los secuaces de la novelista-presentadora. Pese a lo inapropiado del lugar, acudieron muchos medios, y entonces la propia Ana Rosa se encargó de poner las cosas en su sitio: "Para una actriz, en el fondo todo esto tiene que ser duro. Cuando recibía premios y tenía estrenos no había nadie y ahora, en la rueda de prensa, para unas circunstancias tan tristes, está lleno. Es que las imágenes son brutales. Pero ella lo entenderá, la noticia es así".

EFE

Terele Pávez

La noticia es que Terele, como mi amigo, estaba en la calle, en su barrio, junto a un conocido, echando una siesta. "Yo me senté en una acera para hablar con Manolito, una persona a la que conocía. Y estaba tan a gusto que me dormí. Ese barrio y esas personas son unas joyas. Amo la plaza de Santa Ana", dijo. "Pero el daño ya está hecho", sentenció. El reportero (¿) de Telecinco desplazado a la rueda de prensa no se conformó, lógicamente, con tan sensata explicación. Levantó la mano y preguntó: "Terele, estamos en directo para el programa de Ana Rosa… Se ha dicho que tienes problemas con el alcohol…". La actriz respondió de forma mucho más educada de lo que lo hubiese hecho yo: "No, una veces bebo y otras no".

La lucidez y humanidad de la actriz deberían haber desarmado a estas sabandijas de la información. Pero tienen escamas recias como la concha de… su madre. Después de emitir durante días las imágenes de la actriz supuestamente derrotada, Ana Rosa, en un ejemplo de hipocresía y cinismo tan perfecto que debería utilizarse como modelo en las facultades de periodismo-basura, sentenció: "Impresionante Terele. Estoy por levantarme y darle un aplauso. Esto es raza. Es difícil entender a las personas libres, sobre todo en una sociedad que es tan guay".

¿Guay? ¿Una sociedad guay? Éramos conscientes de que la pobre Ana Rosa no sabía lo que escribía. Ahora, de que tampoco sabe lo que dice. ¿O sí?

Y para terminar, dos breves:

1.- Hugo Chávez no quiere rivales: ha obligado a retirar de la programación del canal privado Televen la serie 'Los Simpson'. Para la Comisión de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel), se trata de "una mala influencia para los menores". Yo creo que la verdadera razón es que Chávez no soporta que haya dos gallos en el mismo corral: la televisión. En un gesto que define la coherencia de su régimen, la serie de Matt Groening ha sido sustituida por otra educativa: 'Los vigilantes de la playa'.

2.- TVE mostró anoche sus dos caras. La buena, la del servicio público, con la vuelta del humor zoquete de 'Muchachada Nui' (La 2, 23.25). Y la mala, la habitual, la comercial y hortera, emitiendo 'Pretty Woman' en prime time (La 1, 22.00). ¡'Pretty Woman'! la famosa comedia romántica de 1990, tan apolillada y comercial como entonces. Lo nuevo, arriesgado e interesante, en La 2 a medianoche. La desesperada y casposa búsqueda de audiencia, en primer time en La 1.

Un motivo para no ver la televisión

Jonny Kaplan and The Lazy Stars
Cd: Seasons.
BitterSweet Recordings.

Jonny Kaplan editó hace ocho años un disco absolutamente imprescindible: 'California Heart'. El título definía a la perfección un álbum que merecía la pena ser guardado junto a los clásicos de Neil Young, Gram Parsons y el resto de cantautores con raíces de la costa oeste. Después grabó un disco digno pero no tan impactante ('Ride Free'), visitó España, y comenzó a escribir nuevos temas. Cuatro años ha tardado en escribir y grabar este 'Seasons', un trabajo en el que Stones y Burrito Brothers se dan la mano. En mayo, Kaplan y su banda presentarán este gran disco en directo en España. Hasta entonces…

Gran versión del 'A Song For You' de Gram Parsons, con pedal steel incluida…

'Miracle Mile Madonna', del nuevo disco…