Un artesano boricua se abre paso en la música latina con un pandero cuadrado

San Juan.-  El artesano puertorriqueño Dennis García se abre paso en la música latina de una forma original: en lugar de utilizar el tradicional pandero redondo para crear el ritmo autóctono de la plena toca un pandero cuadrado.

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(EFE)

Los puertorriqueños Roberto Ortiz (izda) y Dennis García (dcha) muestran dos panderos cuadrados, o cuadruplén, ideado por García y utilizado por Ortiz, hoy, 14 de abril, en San Juan (Puerto Rico).

García, quien lleva interpretando plena desde los cinco años, explicó a Efe que inventó el "cuadroplén" para "fomentar la plena de corazón" al mundo entero y "no con la idea de que fuera algo fuera de lo normal".

El artista decidió llevar su idea de tocar en un pandero cuadrado el pasado agosto al tallador de santos Ángel "Coquí" Maymí y al músico Roberto Ortiz, quienes confiaron en él aunque otros le decían que el instrumento "se iba a romper y que no iba a sonar".

Ortiz, por otra parte, presume de ser el dueño del pandero redondo de plena más grande del mundo, con 40 pulgadas de diámetro (un metro), que fue confeccionado con cuero de ternera por Charlie Vega y bautizado como "El muñecón".

García, miembro de la agrupación "De plena a plena", quiso callar las críticas y se dedicó durante más de un mes en crear el primer pandero cuadrado, con medidas de 11 pulgadas de alto (28 centímetros) por 16 pulgadas de ancho (40,64 centímetros).

Pero para tocar plena hacen falta tres panderos: el quinto, el seguidor y el tumbador, que normalmente, cuando son redondos, tienen diámetros de 10, 13 y 16 pulgadas, respectivamente.

Al hacer los panderos cuadros, éstos quedaron con dimensiones de 13 por 19 pulgadas el quinto, de 18 por 23 el seguidor y de 20 por 29 el tumbador.

Para la confección del "cuadroplén", García utilizó los mismos materiales requeridos por cualquier artesano de panderos redondos como madera, cuero de chivo, herrajes, cáncamos y tornillos especializados para amarrar el cuero.

García recordó que cuando estaba confeccionando el instrumento, su mayor preocupación era fijar el cuero con la madera y el resto de las herramientas, porque al ser la piel redonda "no sabía dónde iba a encajar".

Sin embargo, siempre confió en que se iba a escuchar bien y decidió licenciarse formalmente como artesano de panderos.

Para ello, tuvo que confeccionar seis piezas y defender el proceso de producción y la calidad del producto final ante un oficial académico.

García se convirtió así en el quinto artesano de panderos reconocido oficialmente en Puerto Rico.

García y Ortiz hablaron por primera vez en torno a la figura del salsero Andy Montañez y sus incursiones en la plena y desde entonces compartieron la pasión de ambos por los panderos.

Decidieron emprender la misión de promover el conocimiento sobre los panderos cuadrados y en las pasadas Fiestas de la Calle de San Sebastián, que se celebran en enero en el Viejo San Juan, causaron sensación.

García indicó que "tocar plena" era un pasatiempo, pero que debido al éxito que ha tenido su pandero cuadrado, se siente una "figura pública" y que a todas partes donde va le reconocen como "el hombre del pandero cuadrado".