Mujeres sin cabeza

El 28 de noviembre del pasado año la vicepresidenta del Gobierno se reunió con los miembros de UTECA (Unión de Televisiones Comerciales, es decir, las cadenas privadas) para impulsar medidas contra la violencia doméstica. Los resultados de la reunión fueron vendidos a bombo y platillo como un gran avance social: las televisiones informarían de las sentencias contra los maltratadores, evitarían la información anecdótica, nacería un grupo de trabajo para estudiar cómo debe informarse sobre la violencia doméstica y, por último, pero no menos importante, las cadenas tendrían la obligación de facilitar en pantalla el teléfono contra los malos tratos al tratar estos temas.

TVE

La mujer asesinada por su hijo en Murcia

Todo mentira. No hay informativo o magazine en el que no haya aparecido varias veces la señora decapitada por su hijo. Las imágenes, de hace siete años, muestran a la mujer llorando su pena y adelantando su propio final. Los presentadores se recrean en todos los detalles morbosos, en todas las anécdotas escabrosas, del horrible crimen. El teléfono contra los malos tratos no aparece por ningún sitio. Muy lejos quedan las declaraciones en que María Teresa Fernández de la Vega pedía que la violencia doméstica "no se convierta en un espectáculo, ni siquiera un contenido informativo más".

Telecinco, lógicamente, ha consagrado su programación a este tema tan jugoso. Utilizan descaradamente la violencia para ganar audiencia. Ana Rosa se recreó ayer en el crimen, como tiene que ser. En su programa repitió las mismas viejas imágenes de la mujer atemorizada al menos en cuatro ocasiones. Y cubrió en directo su funeral. Se quejaba amargamente Ana Rosa, y su secuaz especializado en necrofilia, de la ineficacia de la justicia, de los fallos del sistema, pero se olvidó, que pena, de poner sobre las imágenes el teléfono de asistencia contra la violencia doméstica. Tres miserables números. 016. Un ápice de dignidad. Pues ni eso.

Me van a permitir un macabro juego de palabras y conceptos. Porque el programa de Ana Rosa de ayer parecía una pesadilla digna del más alucinado, retorcido y fantasmagórico Tim Burton. Y es que nada más cerrar el tema de la señora decapitada por su hijo, Ana Rosa presentó a su invitada de lujo: Ana Obregón. Estarán de acuerdo conmigo en que tres mujeres sin cabeza en un mismo programa son algo francamente acojonante.

Segundos después de hacer espectáculo de la violencia doméstica, Ana Obregón y Ana Rosa Quintana, decapitadas intelectuales, hicieron espectáculo de su propia ignorancia, de su descomunal estupidez, de su orgía de botox. Hablaron de lo que costaba la chaquetita de la Obregón, de qué marca era. Y de que su ex novio tenía muy buena pinta, pero no la dejaba a gusto. Esta es la televisión actual. Una burla a la razón.

Es posible que alguno de ustedes no entienda cómo todavía sigo sorprendiéndome con toda esta mierda. Yo tampoco lo entiendo. Pero me alegro de sorprenderme. El día que no sintamos nada, que aceptemos la barbarie audiovisual con que se lucran algunas televisiones, pasaremos a formar parte de esa miseria.

Entonces habremos perdido la cabeza, como ya la han perdido los supuestos intelectuales, periodistas y hasta académicos que, desde sus escaparates en varios periódicos nacionales (léase ABC, El Mundo y La Razón) y una radio (La Cope), se burlan de las mujeres que forman el nuevo gobierno. Chistes de barra de bar que se convierten, sin ningún pudor, en columnas de opinión. Machismo en estado puro, ese machismo contra el que dicen luchar. Ese machismo que mata mujeres cada día. Hipócritas.

Un motivo para no ver la televisión.

El último show
Director: Robert Altman.
Distribuidora: Manga Films.

Por fin se edita en España en DVD la última película del gran Robert Altman. La cinta cuenta, desde bambalinas, la vida de los actores y músicos de un famoso show radiofónico que está a punto de emitir su último programa. No puede competir con la arrolladora llegada de la televisión. El desfile de personajes es inolvidable. Los actores, magníficos (Tommy Lee Jones, Meryl Streep, Woody Harrelson, Lindsay Lohan …). Las situaciones, entre dramáticas y desternillantes. El conjunto, un homenaje a la radio (¡con música en directo!), a los viejos y buenos tiempos, y a todos aquellos que, debido al progreso, se convierten en supervivientes. Fundamental: escuchar en versión original, y recordar que son los actores (Meryl Streep incluida), quienes cantan ¡Y cómo cantan!

Trailer de El último show

Momento country con Woody Harrelson

Meryl Streep en 'My Minnesota Home'

Lindsay Lohan canta 'Frankie & Johnny'

Humor tosco para vaqueros gañanes…