El PP exigirá responsabilidades políticas al Gobierno por dilapidar el dinero en la fábrica de GFB

Santander.-  El presidente del PP, Ignacio Diego, ha anunciado hoy que pedirá responsabilidades políticas al Gobierno regional por "dilapidar, tirar y regalar" el dinero público en la fábrica de GFB y ha apuntado que la sobrevaloración de la maquinaria es sólo "una parte del tinglado".

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(EFE)

Retrato de Juan Ignacio Diego Palacios, presidente del Partido Popular en Cantabria.

El presidente del PP ha analizado hoy en rueda de prensa el primer punto del protocolo que, en el 2004, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el entonces consejero de Industria, Miguel Ángel Pesquera, firmaron en San José (Costa Rica) con el grupo Pujol Martí para abrir una fábrica de fibroyeso en Orejo (Marina de Cudeyo).

El protocolo fija en 44 millones de euros la participación del grupo costarricense en el capital social de la empresa, mediante la aportación de la maquinaria y los equipos necesarios para el funcionamiento de la fábrica.

Establece que un perito nombrado por ambas partes, la empresa costarricense y el Gobierno, realizaría una valoración del precio de la maquinaria, aunque el informe debía ser aceptado en todos sus términos por Pujol Martí, ha explicado Diego.

El presidente del PP ha opinado que ese punto revela que alguien firmó el acuerdo "de rodillas", porque el propio Gobierno, a través de la empresa pública Sodercan, ha reconocido que las máquinas habían sido sobrevaloradas.

Diego ha subrayado que la mala valoración de la maquinaria supone una pérdida patrimonial para todos los cántabros, que han financiado con sus impuestos las aportaciones del Gobierno a la empresa a través de Sodercan, que participa en GFB con un 30 por ciento, y ha responsabilizado de lo ocurrido "a quien firmó el documento" en Costa Rica, en alusión a Revilla.

Según el líder de la oposición, el consejero de Economía y Hacienda, Ángel Agudo, quien viajó a Costa Rica para cerrar la operación, no firmó el documento, pero ha tenido "cuatro años para enterarse" de lo que estaba ocurriendo, como miembro del Consejo de Administración de GFB, en el que "se ha sentado desde el primero minuto".

Bajo su punto de vista, Revilla, Agudo y el actual consejero de Industria, Javier del Olmo, no han empezado a preocuparse sobre la situación de la fábrica hasta que el PP ha empezado a hacer preguntas sobre lo que está ocurriendo.

Diego ha apuntado que las últimas declaraciones realizadas por el Gobierno, aunque por boca de Socercan, son fruto de "los nervios" y de "la angustia" de los consejeros, dado que se teme que en el desarrollo de más de la mitad de los puntos del acuerdo, el Ejecutivo "ha perdido por el camino dinero de todos los cántabros".

Según ha apostillado, el primer punto es "sólo una parte del tinglado".

La propia empresa Sodercan imputa a los gestores de GFB una "nefasta" gestión y una mala planificación y control de los gastos, lo que ha derivado en una desviación económica de al menos un 40 por ciento del volumen de recursos presupuestado inicialmente, ha afirmado Diego, quien después de recordar que la inversión inicial conocida es de 64 millones de euros, se ha preguntado cómo el Gobierno no se ha dado cuenta antes de la situación.

El presidente del PP ha dicho que aquí "no hay nadie engañado", sino que ha habido negligencia.

Diego ha anunciado que cuando conozcan todos los detalles del proyecto exigirán responsabilidades políticas al Gobierno por "mala utilización" del dinero público, por "tirarlo y regalarlo".

También ha apuntado que su grupo está dispuesto a colaborar con el Gobierno de Cantabria para que GFB pueda abrir.