Los paraguayos tienen dos días de reflexión tras una una dura campaña presidencial de meses

Asunción.-  Los paraguayos indecisos tienen dos días para decidir el sentido de su voto en las elecciones generales del domingo después de una larga, crispada y pesada campaña, que comenzó a finales de 2007 con las primarias de los partidos políticos.

En las últimas jornadas la campaña proselitista, en especial para la elección del próximo presidente del país para un mandato de cinco años, se ha radicalizado por los duros ataques al favorito en los sondeos, el ex obispo Fernando Lugo.

Lugo ha logrado aglutinar en torno a su candidatura a grupos de ideologías tan dispares como el centenario Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), de centro derecha, o el minoritario Partido Movimiento al Socialismo (P-MAS) para tratar de terminar con 61 años de poder del Partido Colorado.

El domingo se conocerá si "la campaña sucia" que, según Lugo, han desencadenado en su contra el Gobierno, la candidata oficialista Blanca Ovelar y el general retirado Lino Oviedo ha tenido efecto entre los casi 2,9 millones de electores paraguayos habilitados de una población de seis millones.

Las encuestas, cuya divulgación está prohibida desde 15 días antes de los comicios, concedían una ventaja del candidato de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC) de entre 6 y 11 puntos, sobre el segundo colocado, disputado por Ovelar y Oviedo, un ex oficialista que lidera la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace).

Oviedo, que fue condenado a 10 años de cárcel por una asonada en 1996 y que absuelto por el Supremo en octubre pasado, acusó a Lugo en su propaganda y sus intervenciones de vinculación con el grupo de extrema izquierda que secuestró y asesinó a Cecilia Cubas, hija del ex presidente Raúl Cubas.

Además, el general retirado identifica al candidato de la APC a los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia, mientras que el propio presidente del país, Nicanor Duarte, insistió hoy en que "sectores del gobierno (venezolano) estarían acompañando a otras propuestas electorales".

Esta misma semana, Duarte denunció, sin presentar pruebas, que si Ovelar gana el domingo, agitadores bolivianos, ecuatorianos y venezolanos provocarán una ola de violencia en el país, porque la oposición no reconocerá su derrota.

Sin embargo, el jefe de Estado aseguró en la rueda de prensa de hoy que "la Policía Nacional, las Fueras Armadas, en un segundo nivel, estarán vigilantes para preservar el orden, garantizar los espacios de participación en las zonas urbanas del Paraguay profundo".

También garantizó el apoyo a los fiscales y jueces electorales "en los lugares donde se presenten conflictos".

Ante los ataques, Lugo se ha limitado a denunciar que es víctima de una "campaña sucia de injurias y calumnias" y hoy reiteró ante la prensa extranjera su temor al fraude que, dijo, "es un tema que está en el tapete y se respira en la atmósfera".

Analistas locales consideran que por primera vez en seis décadas el Partido Colorado corre un peligro real de perder el poder, pero que también si Ovelar, ex ministra de Educación, llega a obtener la victoria, la larga transición democrática que ha vivido Paraguay puede llegar a su fin.

Aunque hasta ahora se han celebrado cuatro elecciones generales desde el golpe del 3 de febrero de 1989 contra el dictador Alfredo Stroessner, Ovelar es la primera mujer que aspira al cargo, sin ser una dirigente de peso del partido.

La transparencia del proceso será vigilada por observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), con la ex canciller de Colombia María Emma Mejía al frente de la misión.