Las mascotas también acuden a la cirugía estética

En lo que se refiere a caprichos para mascotas (o para sus dueños) hemos visto de todo: ropita, accesorios, muebles, peinados. Pero hay gente que va más allá. Para "poner guapos" a sus perros y gatos algunos no dudan en someterlos a una operación bikini e, incluso, en acudir al bisturí. La cirugía estética llega al mundo animal ante el estupor de asociaciones protectoras que piden que se acabe con el vacío legal que permite estas prácticas.

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Las 'amputaciones estéticas' están prohibidas en algunas Comunidades.

Desde cirugía para cubrir cicatrices hasta recorte de orejas. Lo que para unos es un capricho estético para otros supone una atrocidad. "Existe una serie de patrones estéticos en ciertas razas que llevan a los dueños a someterlos a intervenciones quirúrgicas. Por ejemplo, la gente está acostumbrada a ver a los perros 'boxer' sin cola porque les parece que queda mejor y para ello no dudan en hacerlos pasar por el quirófano", asegura Carla Cornella, presidenta de la Fundación para la Adopción, Apadrinamiento y Defensa de los Animales (FAADA).

Los animales que participan en concursos son los principales "clientes" de este tipo de cirugía. Atrás quedaron prácticas tan "light" como la manicura o la permanente. La silicona también tiene cabida entre la 'jet set' de las mascotas. "Los dueños de animales que acuden a exhibiciones sí que solicitan prácticas puramente estéticas como eliminar verrugas o colocar implantes de silicona si ha habido una amputación, por ejemplo, de testículos", señala Matilde Figueroa, desde la Fundación Altarriba.

Las intervenciones más comunes son las llamadas "amputaciones estéticas", que incluyen la extracción de uñas a gatos y el recorte de rabo y orejas. En España, las Comunidades Autónomas son las encargadas de legislar estas prácticas, que ya están prohibidas en regiones como Cataluña y Andalucía. Comunidades como Madrid – con una ley de protección de animales más antigua – todavía permite estas intervenciones, según indica la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC).

"Quiero pensar que no vamos a llegar al nivel en el que los dueños quieren someter a sus mascotas a una liposucción", comenta Figueroa. "Estaríamos en frente a un dueño irresponsable y un veterinario con una absoluta falta de ética". Sin llegar tan lejos, hay dueños que no dudan en poner 'piercings' a sus mascotas, realizarles implantes de pelo y piel para disimular imperfecciones o someterlos a una reconstrucción dental.

Dejando a un lado estas "amputaciones estéticas", la legislación no se pronuncia respecto a otro tipo de operaciones. Los veterinarios tienen libertad para intervenir si consideran que está o no indicado basándose en criterio de sanidad, protección y bienestar. Las asociaciones protectoras reclaman una ley nacional que regule lo que consideran "agresiones a los animales" para evitar que haya diferencias entre comunidades.

En el plano internacional, la falta de legislación también es la protagonista. Recientemente, Brasil ha prohibido las intervenciones quirúrgicas siempre que no atiendan a indicaciones clínicas. En países como Suiza, la amputación llega a estar incluso castigada con la cárcel.