Los políticos no tienen tiempo de leer pero se declaran amantes de los libros

Palma.-  Literatura oriental, historia, poesía y ensayo son las variadas lecturas de los políticos baleares que, si bien se confiesan a EFE amantes del negro sobre blanco, dicen no tener mucho tiempo para dedicar a este sano hábito, que relegan a esos minutos libres que quedan antes de dormir.

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(EFE)

Literatura oriental, historia, poesía y ensayo son las variadas lecturas de los políticos baleares que, si bien se confiesan a EFE amantes del negro sobre blanco, dicen no tener mucho tiempo para dedicar a este sano hábito, que relegan a esos minutos libres que quedan antes de dormir.

El presidente socialista de las islas, Francesc Antich, sorprende con su afición al Premio Nobel turco Orham Pamuk, del que dice haber leído tres novelas y tener otra a medias en la mesilla.

En el Día del Libro que se celebra hoy, el presidente ha mirado más al panorama literario nacional y ha comprado en un puesto de la plaza palmesana de Cort una recopilación poética de Miquel Martí y Pol, aunque a punto ha estado de hacer lo mismo con "No pienses en un elefante", de George Lakoff, un experto en comunicación estadounidense que critica el discurso republicano.

Antich procura dedicar tiempo a la lectura y, según añade, ha leído 19 libros en lo que va de año. Sumergirse entre sus páginas le sirve "para tener otras visiones de las cosas y también para huir de los problemas cotidianos".

La jefa de la oposición, la popular Rosa Estarás, se ha regalado hoy "Maquiavelo en democracia", un libro sobre la mecánica del poder del ex primer ministro francés Édouard Balladur, aunque dice tener sobre la mesilla otros más livianos como el 'best-seller' "El niño con el pijama de rayas", de John Boyne, y la novela "La mort y la pluja", de Guillem Frontera.

Estarás confiesa que sus autores favoritos son Carlos Ruiz Zafón, del que ya tiene su último libro -en edición catalana- "El juego del ángel", además de Eduardo Mendoza, y añade que el momento de ir a dormir es su preferido para la lectura, después de cumplir con el hábito diario de leer un cuento a su hijo de 6 años.

Los políticos dicen no tener mucho tiempo para dedicar a los libros y Estarás explica que entre semana lee más sobre política e historia "para trabajar mejor", mientras que en el fin de semana y en vacaciones se sumerge en el género novelesco.

La que confiesa abiertamente haber reducido su lectura desde que asumió la alcaldía de Palma es la socialista Aina Calvo. "Un libro me dura muchísimo, mucho más que antes", se lamenta.

Calvo añade que espera "adelantar" los atrasados en vacaciones y que en lo que va de año lleva leídos solo nueve: "No es una media muy recomendable, convido a que se me supere", invita la alcaldesa a sus ciudadanos.

En su mesilla, Calvo tiene un "gran ensayo" sobre la igualdad de sexos titulado "Mujeres y hombres: ¿Un amor imposible?", de Manuel Castells, el cual recomienda fervientemente, y confiesa que antes de dormir es su momento preferido para la lectura.

La alcaldesa no sabía esta mañana qué comprar hoy, pero sí ha regalado a la consellera de Educación y Cultura, Bárbara Galmés, el recetario escrito por la técnica del Ayuntamiento Margalida Munar "Menjar rapid, bo y sa".

Galmés ya tiene en su mesilla el libro que ha llamado la atención de Antich, "No pienses en el elefante", y admite que su momento favorito para leer es "por la mañana al sol", pero, como no tiene mucho tiempo, explica que "el mejor momento es tener el momento".

El líder del Bloc, Biel Barceló, "intercala" varios libros según su estado de ánimo y "siempre" tiene alguno en su mesilla. Ahora, se decanta por "Idealistas bajo las balas", que narra los avatares de los periodistas durante la Guerra Civil bajo la mirada del historiador Paul Preston.