Hallan un laboratorio de cocaína en una favela de Río de Janeiro

Río de Janeiro.-  La Policía brasileña descubrió hoy un pequeño laboratorio para el procesamiento de cocaína en una operación realizada en una favela de la turística y elegante zona sur de Río de Janeiro en la que fueron arrestadas cinco personas, informaron fuentes oficiales.

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(EFE)

Vista de un laboratorio de producción de cocaína en una favela de Río de Janeiro. La Policía brasileña descubrió hoy un pequeño laboratorio para el procesamiento de cocaína en una operación realizada en una favela.

La casa utilizada para refinar cocaína fue localizada en la favela Pavao-Pavaozinho, que ocupa un cerro en medio del barrio de Copacabana, famoso por sus playas, por la multitudinaria fiesta que organiza el último día del año y por la elevada cantidad de turistas extranjeros que recibe.

En el local fueron decomisados 10 kilos de pasta de cocaína, diferentes productos químicos y equipos utilizados para el procesamiento de la droga, informó el comisario Marcus Vinícius Braga, jefe de la División de Combate a las Drogas de la Policía Civil de Río de Janeiro.

Los objetos confiscados fueron transportados en un helicóptero debido a las dificultades de acceso al lugar.

La operación policial de hoy movilizó a cerca de 350 agentes y detectives en las favelas de Cantagalo y Pavao-Pavaozinho, muy disputadas por las bandas que controlan el tráfico de drogas en Río de Janeiro por su ubicación estratégica.

El objetivo de la operación fue poner fin a una guerra desatada por pistoleros que controlan el tráfico de drogas en estas favelas y que pretende ocupar Chapeu Mangueira, otra barriada pobre en la zona sur de Río de Janeiro y controlada por una banda rival.

En la última semana los tiroteos y los enfrentamientos han sido rutinarios en Chapeu Mangueira.

Entre las personas detenidas este lunes figura Adalto do Nascimento Gonçalves, conocido como Pit Bull, y que fue señalado como el jefe del grupo criminal que controla la favela de Cantagalo.

En el momento de su detención, Gonçalves utilizaba una credencial que lo identificaba como trabajador en las obras de un programa de urbanización de las favelas lanzado en diciembre pasado por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

Las autoridades, sin embargo, no han aclarado si el narcotraficante se había infiltrado en las obras que el Gobierno adelanta en Cantagalo o si la credencial es falsa.

Los enfrentamientos entre narcotraficantes y policías obligaron a la secretaría regional de Obras Públicas de Río de Janeiro, responsable por los trabajos, a suspender provisionalmente las actividades en los locales.

Las violentas disputas entre bandas criminales rivales por el control de las principales favelas y los tiroteos entre policías y narcotraficantes han convertido a Río de Janeiro en una de las ciudades más violentas de Brasil.

El viernes pasado diez supuestos narcotraficantes murieron en otra operación policial en la favela Ciudad de Dios, en la zona oeste de la ciudad, y en donde una mujer de 70 años falleció víctima de una bala perdida.

Recientemente, en cuatro días consecutivos de tiroteos en las favelas del llamado Complejo del Alemán, en la zona norte de Río de Janeiro, un total de 16 personas perdieron la vida, en su mayoría supuestos pistoleros que se opusieron a la acción policial.

El año pasado 1.330 personas murieron en tiroteos en los que participó la Policía carioca, según datos oficiales.