Realidad y ficción sobre la 'muerte' de internet

MADRID.-  A principios de abril, Alistair Croll publicaba un post en el blog GigaOm donde recopilaba -medio en broma, medio en serio- lo que considera las diez formas en las que internet podría desaparecer o sufrir un gran colapso (existe una versión en castellano).

(istockphoto)

El top ten de amenazas es, en resumen:

1. Alguien destruye las DNS (Servicio de Nombres de Dominio)
2. Se produce un ataque de una red de ‘zombies’ (ordenadores controlados por hackers malvados)
3. Ocurre un fallo masivo en la infraestructura física (los ‘cables’)
4. Se desata una guerra por fragmentación
5. Un virus realmente bueno acaba con los routers
6. Las actualizaciones rompen el funcionamiento de las actualizaciones
7. La red deja de ser neutral
8. Los abogados se meten en el ajo
9. Jardines vallados
10. El ser humano acaba consigo mismo

Esta entrada se ha expandido por la blogosfera como si fuera un viral, e incluso se han escrito algunas versiones humorísticas, como la que publica JJ Merelo en su blog.

Neutralidad de la red

A pesar de que es cierto que existe cierto riesgo por la ruptura física de forma simultánea de algunas partes básicas del funcionamiento de internet, los grupos de ciberderechos inciden en que la principal amenaza para la red tal y como la conocemos sería un cambio en su neutralidad. Es decir, que los proveedores de servicios de conexión discriminasen el tráfico en función del tipo de contenidos, pudiendo cobrar de forma independiente por cada uno de estos conceptos. Utilizar las redes P2P, por ejemplo, estaría penalizado económicamente.

Este tema se ha convertido en los últimos años en uno de los principales debates sobre el futuro de Internet. Empresas como Google o Amazon se han mostrado favorables a mantener la neutralidad de la red. Y hay países que ya han aprobado textos en este sentido, como Chile, que recientemente ha promulgado una resolución en la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones.

Colapso por falta de inversión

Sin embargo, las principales empresas de telecomunicaciones e ISP del mundo creen que los problemas provienen de otro lado, y han mostrado clara su postura de que el actual internet necesita mejorar sus infraestructuras.

Muchos de los ejecutivos de estas empresas de telecomunicaciones llevan los últimos años alertando sobre el problema del colapso ‘físico’ de internet. Jim Ciccone, vicepresidente del departamento legal de ATT, declaró la semana pasada en el Westminster eForum que el volumen del contenido online es el principal reto al que se enfrenta hoy en día internet. Según sus datos, cada minuto los usuarios suben ocho horas de audiovisuales a Youtube, y el vídeo representará el 80% de todo el tráfico de internet en 2010. Ciccone considera que EEUU debería invertir unos 55.000 millones de dólares en nuevas infraestructuras para poder hacer frente a la creciente demanda.

Para David Carrero, CEO de Ferca Network (una de las principales empresas de alojamiento de servidores en España), "las actuales capacidades de las redes distan de colapsarse, si bien los puntos más vulnerables de las redes se encuentran en los proveedores de servicios (ISP), que deben hacer un correcto dimensionamiento de su redes y capacidades de ancho de banda". Una situación provocada por la tendencia de los ISP a apurar su ancho de banda al extremo. Y "es aquí donde se podría producir un colapaso", declara Carrero.

De la misma opinión es Javier Sanz, responsable del portal Adslzone, quien cree que "no estamos cerca de un colapso de Internet porque los ISPs son conscientes de la situación y están tomando las medidas necesarias". Javier considera que "la aparición de portales como Youtube y los vídeos de alta definición requieren cada vez más ancho de banda. Hay que tener en cuenta que el número de internautas va a seguir aumentando. Todos estos factores podrían llegar a saturar la red y por ello es necesario que los operadores tomen las medidas necesarias".

Para Sanz, los actuales intentos de bloquear el acceso a redes P2P o el intento de cobrar por la utilización de estas redes son "un problema al que habrá que estar muy atentos, ya que las medidas adoptadas en otros homólogos europeos como Reino Unido podrían servir de ejemplo para las telecos españolas".