Austria y su galería de los horrores

MADRID.-  ¿Qué pasa en Austria? Es la pregunta que se hacen en los medios de comunicación de todo el mundo. Será cierto que una golondrina no hace verano, pero dos escandalosos casos que mezclan secuestro y violación durante años son suficientes para remover la conciencia de cualquier país. El incesto de Fritzl y el secuestro de Natascha Kampusch han abierto el debate en Austria, que se pregunta si su entramado social es un criadero de locos. No es para menos, ésta es la galería de los horrores de los últimos años.

(REUTERS)

El baño del zulo en el que Fritzl mantuvo encerrada a su hija durante 24 años.

Con razón Freud era austriaco. Es la idea que se te queda si hoy le das un repaso a la prensa internacional. Concuerda que el gran 'explorador' del sexo y la mente sea compatriota de Josef Fritzl y Wolfgang Priklopil. Los secuestradores de Elisabeth Fritzl y Natascha Kampusch, respectivamente, se han dado el relevo en los hitos históricos de los raptos. Son los dos casos más llamativos, pero no los únicos.:

• El monstruo de Amstetten: descubierto este fin de semana, Josef Fritzl ha batido todos los records. Durante 24 años ha mantenido secuestrada a su hija, a la que ha violado constantemente en un sótano de 60 metros bajo su propia casa, en Amstetten (Austria). Fruto de los abusos han nacido siete hijos, tres de los cuales acogió Fritzl con su mujer como hijos adoptivos; otros tres vivían encerrados con Elisabeth, la hija de Josef; uno más murió pocos días después del parto y el propio Josef quemó su cuerpo en la caldera de la casa.
• El camino más largo al colegio: en marzo de 1998, Natascha Kampusch iba de camino al colegio hasta que un tío la metió en una furgoneta. Tardó 8 años en volver a ver la calle. Wolfgang Priklopil, un electricista de 44 años, la mantuvo encerrada, maltratándola con frecuencia, en un zulo en Strasshof, en las afueras de Viena. Cuando Kampusch consiguió huir con 18 años, Priklopil se arrojó a las vías del tren.
• Un micromundo en Linz: Viktoria, Katharina y Elisabeth incluso inventaron su propio idioma. Aisladas del mundo, viviendo prácticamente a oscuras y jugando con ratones, estas tres hermanas permanecieron encerradas 7 años. Fue su propia madre la que cerró la llave de una casa en un barrio elegante de Linz, capital del estado de la Alta Austria (Oberösterreich). Cuando se divorció a los 53 años, consiguió la tutela de sus hijas, entonces de 13, 11 y 7 años. Las sacó de la escuela, impidió que su padre volviera a verlas y dejó que las pequeñas convivieran con la podredumbre de sus propios excrementos y desperdicios, que cubrían la habitación cuando las encontró la policía.
• Durmiendo en el ataúd: Maria K. pasó 8 años durmiendo en el jardín de su casa. Como somier, un ataúd de madera en el que la encerraban sus padres adoptivos. En 1996, con 23 años consiguió escapar.

La paja del ojo ajeno

Austria centra ahora la atención mediática y la alarma asalta a su sociedad. Pero crímenes de escándalo, dignos de revisión psiquiátrica, hay en más países. Os dejamos algunos de los más destacados entre los vecinos del país alpino:

• Hasta que el sadismo nos lleve a la cárcel: Frederick y Rosemary West acumularon 22 condenas de asesinato en su matrimonio. Doce para él y diez para ella. Con ocho hijos, el apetito sexual de la pareja les llevaba a recoger autoestopistas en las calles de Gloucester (Inglaterra). Algunas supervivientes explicaron en el juicio cómo las ataban, golpeaban, violaban y torturaban. Los cuerpos descuartizados encontrados en su vivienda terminan el relato donde lo dejan las que escaparon.
• La enfermera de la muerte: Lucy de Berk fue condenada a cadena perpetua por el Tribunal de Apelación de La Haya (Holanda). Le atribuyeron 7 muertos entre 1997 y 2001, tres de ellos menores de 6 años. Esta enfermera holandesa creía que hacía feliz a la gente al acabar con la vida de pacientes que estaban gravemente enfermos. La opinión de los pacientes, en estos casos, no contaba en absoluto.
• Menú para un caníbal: en Alemania, uno de los casos que más conmovió a la opinión pública fue un asesinato supuestamente pactado. Lo curioso, más que nada, era que el consentimiento incluía comerse a la víctima. Armin Meiwes saltó a la fama como 'el caníbal de Rotemburgo', apodo más que merecido después de citarse con un ingeniero por internet que accedió a que lo matara y lo devorara.
• El salto a la enciclopedia: Marc Dutroux mató a tres personas (dos chicas de 17 y 19 años y su cómplice) y secuestró y violó a 8 niñas, entre ellas dos de 8 años. Se hizo tan famoso en Bélgica que se ha ganado su propio hueco en Wikipedia, aunque a costa de perder presencia en el registro civil. Las leyes belgas autorizaron de forma excepcional el cambio de apellido a todos los que se llamaran Dutroux. Electricista desempleado y padre de tres hijos, Dutroux fue condenado a cadena perpetua.