Activistas tibetanos ven un incremento de la represión ante el paso de la antorcha por Tíbet

Pekín.-  El grupo pro-independentista tibetano Estudiantes por un Tíbet Libre (SFT) denunció hoy que la represión militar china en el Tíbet se está intensificando como preparación del paso de la antorcha olímpica por la región en junio.

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(EFE)

Un manifestante (I) sostiene la bandera del Tíbet justo al lado de otro con la bandera de China (D), durante el relevo de la Antorcha Olímpica de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 en la antigua colonia británica de Hong Kong (China) hoy, 2 de mayo de 2008. EFE/Alex Hofford

"SFT ha recibido nueva información de diversas fuentes fidedignas, incluidos testigos desde dentro del Tíbet, que describen el deterioro de los derechos humanos en Lhasa ante la llegada de la Antorcha Olímpica el próximo mes" (del 19 al 21 de junio), señaló el grupo en un comunicado recibido hoy por Efe.

Según SFT, la situación en Lhasa es todavía muy represiva y con un fuerte control militar, y los residentes temen que el relevo de la antorcha empeore la ya tensa situación.

Los residentes de Lhasa, que en la actualidad no tienen libertad de movimiento dentro de la ciudad, según ese comunicado, temen que se intensifique el toque de queda, del que el Gobierno chino no ha hablado, y están comprando comida y agua ante el temor de que se les mantenga en arresto domiciliario.

Desde la revuelta del 14 de marzo, las autoridades chinas mantienen cerrada la región autónoma a la prensa y a los observadores extranjeros, y los fotógrafos foráneos asignados para cubrir la subida de la llama olímpica al Everest se han encontrado con una "censura administrativa", según señalaron a Efe.

SFT grupo activista se ha convertido en uno de los más denostados por el Gobierno chino desde las revueltas de marzo y su posterior represión militar.

Según el Gobierno, una veintena de civiles murieron a manos de monjes y tibetanos violentos, mientras que el gobierno tibetano en el exilio señala que fueron al menos 200 los muertos por los militares chinos.

El pasado lunes las autoridades chinas condenaron a 30 tibetanos a entre 3 años de prisión y cadena perpetua acusados de fomentar las protestas e incidentes (ninguno de ellos acusado de asesinato) en un "juicio secreto que no cumplía con los normas internacionales de un proceso adecuado", según la ONG Human Rights Watch (HRW).

Otra organización, Chinese Human Rights Defenders (CHRD) acusa también al Gobierno de no haber llevado a cabo un juicio justo, ya que a los acusados se le impusieron abogados y, supuestamente, fueron torturados y obligados a confesar, según señalaron familiares de los condenados a esta ONG.

Además, los abogados que ofrecieron asistencia legal gratuita a los tibetanos fueron amenazados con ser castigados, según un comunicado recibido por Efe.

Mientras tanto, continúan las protestas esporádicas no sólo en el Tíbet sino en las provincias chinas aledañas parte de cuya población es de etnia tibetana.

Según informa hoy la emisora Radio Free Asia, dos monjas budistas repartieron folletos públicamente en la provincia suroccidental china de Sichuan pidiendo el regreso del Dalai Lama, líder espiritual y político tibetano en el exilio, y a continuación fueron detenidas.